Se facilitará la adquisición de fiambreras y bolsas ecológicas para que los clientes puedan llevarse los alimentos no consumidos y se organizarán más de un centenar de jornadas de sensibilización ambiental.

La conselleira de Medio Ambiente firmó un acuerdo sobre desperdicio alimentario con representantes del sector hostelero gallego

La Xunta de Galicia impulsa un proyecto piloto para la reducción del desperdicio alimentario en el sector de la hostelería. La conselleira de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Beatriz Mato, firmó la semana pasada con las asociaciones provinciales de hostelería un convenio de colaboración para llevar a cabo un proyecto piloto con actuaciones que fomenten la economía circular y la lucha contra el cambio climático.

Entre las mismas destaca el fomento por la cultura de la reducción del desperdicio alimentario, por lo que se ofrecerá a los clientes a posibilidad de llevarse la comida no consumida en los locales para su aprovechamiento posterior en los hogares. De este modo, se proporcionará el apoyo necesario para la adquisición de fiambreras y bolsas ecológicas, que deberán ser biodegradables y reutilizables.

Beatriz Mato indicó que con estas acciones se evita que los alimentos se conviertan en residuos, al tiempo que se reconoce el carácter de bien preciado de estos alimentos, ya que las pérdidas y el desperdicio de alimentos debe ser una de las mayores prioridades para responder al cambio climático. Según los datos de la organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), un tercio de la producción de los alimentos destinados al consumo humano se pierde y el desperdicio de comida genera un 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Indicó que es también especialmente preocupante la tasa de desperdicio de frutas y hortalizas, mucho más alta que las de cualquier producto alimentario (se desperdician casi la mitad de todas las frutas y hortalizas producidas) y en los países industrializados, como España, los consumidores desperdician un el 30% de los productos de cereales, 286 millones de toneladas anuales.

Reciclaje de residuos

La conselleira de Medio Ambiente destacó que con esta iniciativa se da respuesta a uno de los sectores claves de la economía gallega, cuya actividad implica grandes consumos de energía, emisiones de gases efecto invernadero y la generación de residuos. En este sentido, este proyecto piloto se enmarca en una acción general que se desarrolla desde la Xunta para el reciclaje de residuos, desde las pilas, el cartón, los aparatos eléctricos, el vidrio o los neumáticos, y que en este caso concreto pretende convertir a la hostelería gallega en un referente nacional e internacional.

Este proyecto piloto se enmarca en una acción general que se desarrolla desde la Xunta para el reciclaje de todo tipo de residuos

Destacó que el establecimiento de acciones conjuntas con el sector de la hostelería no es una novedad, ya que este verano -recordó- se estableció una colaboración con los hosteleros de Galicia para concienciar a la sociedad sobre la necesidad de hacer un uso responsable del agua.

Otros de los objetivos de esta colaboración, a la que se destinan en conjunto casi 300.000 euros, es seguir mejorando la gestión de los residuos y mejorar las pautas para reciclar más y mejor. Así, las asociaciones firmantes, en las que se agrupan un total de 3.800 locales, organizarán más de 100 jornadas de sensibilización ambiental centradas en el ahorro energético, en el ahorro de consumo de agua, la correcta gestión de los residuos y reciclaje y, por supuesto, la reducción del desperdicio alimentario.

Por último, la conselleira señaló que estas acciones también se enmarcan en la Semana Europea de la Prevención de Residuos, que se celebra entre el 18 y 26 de noviembre, y que en esta edición lleva por lema «Con la comida no se juega. No tires los alimentos».

En definitiva, buscara el compromiso de toda la sociedad con un mundo mejor y más sostenible y para cumplir el reto que marca la Unión Europea en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que fija como objetivo la reducción de un 50% del desperdicio mundial de alimentos per cápita de los consumidores.

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