Paula Redondo Hasselerharm. Investigadora postdoctoral del grupo de Ecotoxicología. IMDEA AGUA. Existen muchas lagunas respecto a lo que sabemos sobre la composición, el destino y los impactos de los compuestos que expelen los neumáticos de coches, camiones y autobuses.
Pese al descenso en la generación de residuos urbanos en 2023, Cataluña aún recoge de forma selectiva menos del 50% de los desechos y recicla el 40%, por lo que la ARC quiere apostar por sistemas de recolección más eficientes, como el puerta a puerta o los contenedores cerrados con identificación de usuario.
A través del proyecto ESENCIAL 2024, el centro tecnológico Itene producirá materias primas sostenibles para los sectores de cosmética, detergencia y nutracéutica.
El contrato, con una duración de dos años, incluye la operación y mantenimiento de las tres instalaciones, así como la distribución y comercialización del compost elaborado a partir de la materia orgánica.
El organismo considera crucial impulsar la competencia en el sector con la entrada de nuevos SCRAP, evitar conflictos de interés y potenciar la transparencia.
Lucía Caballero. Jefa de Edición / Editora de Medio Ambiente y Energía. The Conversation. Entre los posibles sustitutos de los plásticos que se investigan en la actualidad están los materiales compostables provenientes de los residuos orgánicos.
El objetivo de este proyecto es crear un espacio de referencia donde las empresas puedan intercambiar recursos, favoreciendo la reutilización de subproductos y la reducción de residuos industriales.
Investigadores del CSIC han confirmado la presencia generalizada de fitosanitarios procedentes de la actividad agrícola en agua y sedimentos en ambos parques nacionales.
Empresas, centros tecnológicos y universidades se unen a esta iniciativa, que busca fomentar la actividad investigadora y dotar a Galicia de una planta piloto para verificar una tecnología innovadora que pueda aportar una solución al problema de los residuos textiles postconsumo.
El uso de estos subproductos de la industria siderúrgica, principalmente en la construcción, ahorró también la emisión de 12 millones de toneladas de CO2, según el instituto alemán de investigación en materiales de construcción FEhS.
