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Un estudio publicado en la revista Science advierte de que pese a los compromisos internacionales para reducir la contaminación por plásticos, los residuos en ríos y océanos continuarán aumentando durante la próxima década.

residuos plásticos en el mar

En 2018, China dejó de aceptar la mayoría de los residuos plásticos procedentes de las naciones occidentales. En cuestión de días, no se podía ocultar la cantidad de plástico que se producía y consumía en todo el mundo. Grandes cantidades de plástico surgieron en Europa, Canadá, Estados Unidos… Otras naciones orientales comenzaron también a prohibir la importación de este tipo de desechos. Ahora, gobiernos de todo el mundo luchan por encontrar soluciones para mitigar el creciente problema de la contaminación plástica.

Pero un nuevo estudio internacional muestra que a pesar de los compromisos globales, el crecimiento de los residuos plásticos o «emisiones de plásticos» continúa superando a su reducción. Es más, el estudio muestra que incluso si los gobiernos de todo el mundo cumplen sus ambiciosos compromisos para frenar la contaminación plástica, las emisiones anuales de plásticos pueden aumentar más de seis veces para 2030.

El estudio, titulado «El crecimiento previsto de los desechos plásticos supera los esfuerzos para mitigar la contaminación plástica», publicado en la revista Science , evaluó el nivel de esfuerzo necesario para lograr una reducción global específica de la contaminación plástica.

«Este es el primer análisis global de la magnitud del problema de la contaminación del plástico o un análisis del impacto relativo de las intervenciones, como la prohibición de las bolsas y pajitas de plástico», dice Leah Gerber, investigadora de la Universidad Estatal de Arizona y coautora del estudio.

53 millones de toneladas de residuos plásticos en 2030

Los plásticos se degradan lentamente, e incluso cuando lo hacen, trozos de ellos, conocidos como microplásticos, se abren camino en la cadena alimenticia acuática, y eventualmente en la de los humanos. La Gran Isla de Basura del Pacífico, situada a medio camino entre California y Hawai, encarna el creciente problema de la contaminación por plásticos. Se dice que cubre 1,6 millones de kilómetros cuadrados, un área dos veces el tamaño de Texas.

Se estima que ocho millones de toneladas de residuos plásticos entran en los océanos, lagos y ríos del mundo cada año. El nuevo estudio, basado en modelos matemáticos, calcula que para el 2030 las emisiones plásticas anuales de 173 países pueden aumentar hasta los 53 millones de toneladas.

Se trata del primer análisis global del impacto relativo de políticas como la prohibición de las bolsas y pajitas de plástico

El estudio modeló escenarios futuros para lograr un objetivo de reducción global de menos de 8 toneladas para 2030 utilizando las estrategias de mitigación existentes: reducir los desechos plásticos -lo que incluye prohibiciones de determinados productos- mejorar la gestión de los residuos y la limpieza del medio ambiente.

Para alcanzar ese objetivo, el estudio determinó que se requeriría una reducción de entre el 25% y el 40% de los residuos plásticos, la gestión de los desechos tendría que aumentar del 6% al 60% en las economías en desarrollo y se necesitaría una limpieza del 40% de las emisiones anuales de plástico.

Para hacernos una idea de la magnitud del problema, basta decir que dicha limpieza por sí sola «requeriría que al menos mil millones de personas participen en la Limpieza Costera Internacional anual de Ocean Conservancy», dice Chelsea Rochman, investigadora de la Universidad de Toronto y autora principal del estudio. «Esta sería una tarea hercúlea dado que es 660 veces el esfuerzo realizado en la limpieza de 2019».

Transformar la economía de los plásticos

«A menos que se detenga el crecimiento en la producción y el uso de plástico, es esencial una transformación fundamental de la economía del plástico a un marco basado en el reciclaje, donde los productos plásticos al final de su vida útil se valorizan en lugar de convertirse en desechos», dice Stephanie Borrelle, otra de las investigadoras de la Universidad de Toronto.

Los investigadores señalan, sin embargo, que incluso si se realiza el esfuerzo prescrito, el mundo permanecerá encerrado en un futuro plástico inaceptable.

Los investigadores consideran esencial una transformación de la economía de los plásticos basada en la reducción y el reciclaje

«Hay mucha atención popular hacia la limpieza, pero no se ha prestado tanta atención al hecho de que seguimos produciendo grandes cantidades de plástico«, dijo Gerber. «Y donde no hay una buena infraestructura, ese plástico se está abriendo paso en los hábitats marinos y acuáticos.»

Los autores del estudio sugieren que para lograr una reducción sustancial de las emisiones globales de plástico se requiere un cambio de políticas significativo. Tales cambios incluyen la reducción o eliminación de plásticos innecesarios, el establecimiento de límites globales para la producción de nuevos plásticos, la creación de normas globales que garanticen que los plásticos son recuperables y reciclables, y el desarrollo y la ampliación de las tecnologías de procesamiento y reciclaje de plásticos.

«La comunidad mundial debe coordinar una transformación fundamental de la economía de los plásticos, una que reduzca la cantidad de producción de plástico virgen y reinvente la forma en que usamos y desechamos los materiales plásticos», concluye Rochman.

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