La plataforma técnica sobre medición y reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos es una red de intercambio de información y coordinación que implica a organizaciones internacionales, bancos de desarrollo, ONG y el sector privado.
La Organización las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI) y el programa de investigación del CGIAR sobre Políticas, Instituciones y Mercados (PIM), han lanzado esta semana una nueva iniciativa para mejorar la cooperación mundial contra la pérdida y el desperdicio de alimentos. Los ministros de Agricultura del G20 habían pedido a la FAO y el IFPRI poner en marcha esta iniciativa en Estambul (Turquía) el pasado mes de mayo.
La plataforma técnica sobre medición y reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos es una red de intercambio de información y coordinación en la que están implicadas organizaciones internacionales, bancos de desarrollo, ONG y el sector privado.
Los socios de la plataforma trabajarán juntos para mejorar la medición de la pérdida de alimentos y generación de residuos alimentarios, intercambiar conocimientos e información y compartir las mejores prácticas para hacer frente a los desafíos globales que representa el desperdicio alimentario.
“La Plataforma del G20 ampliará nuestra capacidad para medir con precisión la pérdida y el desperdicio de alimentos, tanto en los países del G20 como en los de bajos ingresos”, aseguró el director general de la FAO, José Graziano da Silva. “Aportará nueva experiencia y conocimientos para mejorar las mediciones. También responderá a la necesidad de los países de este conocimiento y de buenas prácticas”.
La Plataforma tendrá entre sus objetivos:
- Liderar los esfuerzos para mejorar la medición de la pérdida y el desperdicio de alimentos.
- Desarrollar la capacidad para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos en los países del G20, así como en aquellos de bajos ingresos. Este esfuerzo incluye la transferencia de conocimientos.
- Aportar argumentación basada en pruebas objetivas sobre el alcance, las causas y los costes de la pérdida y el desperdicio de alimentos.
- Monitorear la evolución mundial de la pérdida y el desperdicio de alimentos.
- Proporcionar asesoramiento y asistencia técnica para trabajar contra la pérdida y el desperdicio de alimentos.
La Plataforma aprovecha y complementa los mecanismos ya existentes en este campo, como la Comunidad de Práctica global sobre la reducción de las pérdidas de alimentos –gestionada conjuntamente por la FAO, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA)–, así como el Protocolo de pérdida y desperdicio de alimentos del Instituto de Recursos Mundiales o la iniciativa SAVE FOOD, entre otros.
Luchar contra el hambre con el ahorro de alimentos
Alrededor de 800 millones de personas en el mundo sufren hambre. La subalimentación sigue siendo generalizada, con unos 2.000 millones de personas que carecen de nutrientes esenciales como hierro, zinc y vitamina A. En el lado opuesto se sitúan el aumento del sobrepeso y la obesidad, especialmente en los países de ingresos medios.
Los alimentos se pierden cuando se estropean o se desechan antes de llegar a la fase de producto final o al minorista. Se desperdician cuando se estropean durante la venta al por menor o son descartados por los consumidores. La mayoría de las pérdidas de alimentos tiene lugar en las fases de posproducción, recolección, transporte y almacenamiento, y se relacionan principalmente con infraestructuras inadecuadas en los países en desarrollo. Por otro lado, el desperdicio de alimentos es un problema en las fases de comercialización y consumo de los países desarrollados.
La mayoría de las pérdidas de alimentos tiene lugar en las fases de posproducción, recolección, transporte y almacenamiento
Los estudios del IFPRI han encontrado que el desarrollo de infraestructuras es esencial para reducir la pérdida de alimentos después de la cosecha. Frenar las pérdidas de alimentos, sin embargo, no es una alternativa de bajo costo para el logro de la seguridad alimentaria y la nutrición. Por el contrario, la reducción a gran escala de las pérdidas de alimentos poscosecha requiere inversiones públicas y privadas.
La FAO estima que más del 40% de los cultivos de raíces, frutas y verduras se pierde o se desperdicia, junto con el 35% del pescado, el 30% de los cereales y el 20% de las semillas oleaginosas, carne y productos lácteos. La pérdida total de alimentos representa un valor económico de cerca de 1 billón de dólares al año (más de 900.000 millones de euros).
Estudios de la FAO han demostrado también que el desperdicio de alimentos es responsable de la liberación a la atmósfera de miles de millones de toneladas de gases de efecto invernadero, consumiendo cerca de 250 km3 de agua y 1,4 millones de hectáreas de tierra cada año.
“Tenemos que coordinar los esfuerzos globales para reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos para aumentar nuestra capacidad de eliminar de forma sostenible el hambre y la subalimentación”, señaló por su parte el director general del IFPRI, Shenggen Fan. “Esta nueva plataforma –añadió– es un paso fundamental en este sentido”.
Actualmente, un tercio de la producción mundial de alimentos –suficientes para alimentar a 2.000 millones de personas durante un año– se pierde o desperdicia cada año. Los ministros de Agricultura del G-20 calificaron estas cuantiosas pérdidas como “un problema global de enorme importancia económica, ambiental y social”.