Un estudio de la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático asegura que la introducción en España de un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) de envases tendría un impacto ambiental mayor que el actual sistema de reciclaje en contenedores y conllevaría un coste de 1.784 millones de euros.

Un estudio pone en duda las ventajas ambientales del SDDR

Vuelve el enconado debate en torno al sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) de residuos de envases. En esta ocasión, es un estudio de la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático de ESCI-UPF el que asegura que introducir un SDDR para envases de un solo uso en España resultaría perjudicial para el medio ambiente, ya que los procesos asociados a este sistema conllevan más contaminación que los del sistema de reciclaje actual mediante sistema colectivo de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP). Además, el informe asegura que su coste económico sería muy superior y también implicaría un mayor coste social.

Bajo el título “Estudio de sostenibilidad sobre la introducción de un SDDR obligatorio para envases de bebidas en España: análisis ambiental, social y económico comparativo con la situación actual”, el documento compara el sistema actual (SCRAP) con una situación hipotética de introducción de un SDDR (en convivencia con el SCRAP), en las siguientes condiciones:

  • Afectaría a envases de aguas, refrescos, zumos, cervezas, vinos, cavas y bebidas espirituosas, en los materiales de PET, PEAD, acero, aluminio, cartón para bebidas y vidrio, con un tamaño de envase inferior a 3 litros,
  • un depósito de 10 céntimos por envase y
  • un supuesto porcentaje de recuperación del 90 %.
  • Los envases no sometidos al SDDR serían gestionados por el SCRAP.

Sería necesario comprar 38.752 máquinas de vending inverso para la devolución automática de los envases en los establecimientos

Resultados ambientales

El estudio recoge que en 5 de los 6 indicadores ambientales estudiados mediante Análisis de Ciclo de Vida se observaría un aumento del impacto ambiental, en mayor o menor medida, tras la introducción del SDDR.

El indicador en el que el perjuicio es más claro, con un 64,1 %, es la Eutrofización –que se produce cuando los nutrientes (materia orgánica y mineral) se acumulan en los ecosistemas acuáticos, incrementando el crecimiento de plantas y agotando los niveles de oxígeno–, seguido de la Lluvia Ácida (31,4 %), el Calentamiento Global (19,4 %) y el Agotamiento de Capa de Ozono (18,9%). También se observa cierto empeoramiento, pero en menor medida, para la Formación de Smog Fotoquímico –contaminación del aire– (7,2 %). Solo para el Agotamiento de Recursos la introducción del SDDR supondría una mejora (10,2%).

Impacto por etapas

La etapa más afectada sería la relativa a los equipamientos; el impacto aumentaría entre 4 y 5 veces para indicadores como la Acidificación, Calentamiento Global y Eutrofización. Esto se debe a que además de los contenedores en acera, sería necesario instalar un gran número de máquinas, así como disponer de cajas y bolsas de plástico para la recogida automática y manual de envases en los establecimientos comerciales.

También aumentaría significativamente (entre 2 y 3 veces) el impacto en la recogida y el transporte; el 54% de los envases (tanto envases ligeros como de vidrio) deberían gestionarse manualmente y ser transportados sin compactar hasta las plantas de conteo. Esto, resultaría mucho menos eficiente y provocaría un aumento de las emisiones de CO2 y óxidos de nitrógeno, entre otras.

Resultados económicos

El estudio económico (realizado mediante la Contabilidad de Costes Netos) concluye que la implantación de un SDDR obligatorio tendría un coste adicional de 1.784 millones de euros, o lo que es lo mismo, cada familia española pagaría casi 100 euros más al año por la implantación del SDDR.

Los envases sometidos a SDDR se gestionarían con un coste 11 veces superior al actual, motivado por los costes de etiquetado, manipulación en el punto de venta, transporte y conteo o pretratamiento de estos residuos de envases. En este sentido, los puntos de venta implicados serían 317.206, siendo los establecimientos de hostelería, restauración y café-bar los más afectados (el 80,4%).

Los ciudadanos deberían dedicar un 50% más de espacio en sus hogares y 6 veces más de tiempo para la gestión de los envases

Por un lado, sería necesario comprar 38.752 máquinas de vending inverso (RVM) para la devolución automática de los envases en los establecimientos. Además, un 54% de los envases se gestionarían manualmente, lo que conllevaría un gran incremento de los costes en mano de obra, espacio y transporte. Adicionalmente también sería necesario disponer de 45 plantas de conteo para estos envases. El alto porcentaje de gestión manual es debido a la estructura comercial española, con más presencia de comercios pequeños y medianos, en comparación con el Norte de Europa donde predominan las grandes superficies.

Por otro lado, el SDDR lleva asociado un incremento de coste de la gestión del resto de residuos de envases no sometidos al sistema en 138,3 millones de euros, motivado por la imposibilidad de prescindir de las infraestructuras fijas que se disponen para la recogida de envases y por la pérdida de economías de escala (al gestionar menos toneladas son menos eficientes).

Resultados sociales

El estudio de la Cátedra UNESCO asegura también que la introducción del SDDR implicaría un mayor impacto social asociado a la gestión de residuos. Los ciudadanos deberían dedicar un 50% más de espacio en sus hogares y 6 veces más de tiempo para la gestión de los envases sujetos al SDDR. Estas son las principales conclusiones obtenidas al aplicar, por primera vez en la gestión de residuos, la metodología de huella social –que, mediante un enfoque de ciclo de vida, evalúa el conjunto de impactos que genera una actividad sobre la sociedad en la que opera–, y al realizar un análisis de los beneficios y perjuicios sociales que ocasionaría la implementación del nuevo sistema.

El SDDR sería caro y con más mpacto ambiental que el SCRAP, según un estudio
Los responsables del estudio, durante su presentación la semana pasada

El estudio ha sido realizado por los tres grupos de investigación especializados en sostenibilidad de ESCI-UPF y es el de alcance más completo realizado hasta la fecha en Europa sobre el SDDR. Ha sido dirigido por el Dr. Pere Fullana i Palmer, director de la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático de ESCI-UPF. Ha requerido más de un año de investigación y ha contado con la participación de un comité de seguimiento, integrado por más de 30 entidades y organizaciones representativas de las partes involucradas en la gestión de los residuos.

Asimismo, a la finalización del mismo, ha contado con la revisión crítica de un panel de nueve expertos independientes de universidades como la Técnica de Dinamarca, la Rovira i Virgili y la Pompeu Fabra; las Universidades de Barcelona, Cantabria y Alcalá, o la Pablo de Olavide de Sevilla, así como de centros de prestigio como CIEMAT y Ecodes. Finalmente, será sometido a exposición pública.

La primera Cátedra que cubre los principios del ciclo de vida

La Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático de ESCI-UPF es la primera Cátedra UNESCO en el mundo que cubre los principios de ciclo de vida. Se creó en 2010 tras un convenio entre la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y ESCI-UPF, una institución pública fundada por la Generalitat de Catalunya y la Universitat Pompeu Fabra en 1993 con el objetivo de formar a profesionales expertos en los negocios internacionales.

Su misión es la de promover la investigación, la educación, el establecimiento de redes de colaboración y la generación de conocimiento orientados al desarrollo sostenible de productos y procesos a nivel nacional e internacional, facilitando la colaboración entre investigadores de renombre internacional y docentes de universidades y otras instituciones de Europa, América Latina, Caribe y África y otras regiones del mundo.

La Cátedra UNESCO participa en numerosos proyectos de investigación nacionales e internacionales de análisis de ciclo de vida (ACV), ecodiseño, compra verde y comunicación ambiental (ecoetiquetas y declaraciones ambientales) de productos, huellas de carbono e hídrica, gobernanza en la gestión ambiental e integración de aspectos sociales y económicos en las evaluaciones ambientales.

3 Responses to “Un nuevo estudio asegura que el SDDR sería caro y perjudicial para el medio ambiente”

  1. John Doe, Responder

    Este estudio ni tiene ningún valor, ha sido financiado por ecoembes, por lo que va a decir lo que ellos quieran. Además el señor Pere Fullana da clases en el Master de su Catedra y nadie muerde la mano que le da de comer.

  2. Javier R, Responder

    Es evidente que el estudio no es independiente.
    El reciclaje es un gran negocio en la actualidad como para que se dejen meter mano y lógicamente los afectados lucharán por defender sus intereses económicos.

    En muchos países se hace, de hecho, aquí siempre se ha hecho y aún se hace en sectores como la hostelería. Cómo explican que se haya mantenido un sistema tan malo, contaminante y caro en uso en un sector comercial??
    Según sus afirmaciones sería mucho mejor que los hosteleros tiraran sus residuos al contenedor y que el proveedor solo les sirviera el producto. Así el gestor de residuos recogería mucho más (y ganaría mucho más de su venta…) Y el proveedor gastaría muchos más envases cuyo precio repercutiría en el producto y por ende en el hostelero y finalmente en el cliente…

    Pues en 5 líneas he hecho un razonamiento a la altura del estudio del que trata este artículo.

    Saludos

  3. Peleado con el mundo, Responder

    Qué puede decir un informe de la Cátedra Unesco uno de cuyos principales patrocinadores es………..!!ECOEMBES!!
    Va a decir que el sistema al que Ecoembes ve como posible liquidador de su negocio es bueno.

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