Ambas instalaciones se añaden a las plantas de tratamiento mecánico-biológico y de valorización energética ya en construcción, completando así el Complejo Medioambiental de Gipuzkoa.

Fotomontaje del futuro centro medioambiental de Gipuzkoa

La asamblea del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa ha ratificado el plan de viabilidad y el proyecto de construcción y explotación de la segunda fase del Complejo Medioambiental de Gipuzkoa (CMG-2) que fue aprobado por el Consejo de Administración el pasado 28 de julio. El 75% de los miembros de la Asamblea ha votado a favor, frente al 9% que se ha opuesto.

A partir de aquí se abre un plazo de un mes para presentar alegaciones. Una vez finalizado ese plazo se dará inicio al proceso de licitación de las nuevas infraestructuras, una planta de biometanización y otra de maduración de escorias. Ambas instalaciones se añaden a las plantas de tratamiento mecánico-biológico (TMB) y de valorización energética que forman parte del CMG-1 y completan el sistema de infraestructuras de cierre del tratamiento de los residuos de Gipuzkoa.

El CMG-2 se ubicará en el Polígono de Eskuzaitzeta, en el ámbito de Zubieta, sobre una parcela de 31.988 m2, a escasos 300 metros de distancia de la CMG-1. La inversión prevista para la segunda fase del complejo medioambiental (CMG-2) se sitúa en torno a los 37 millones de euros.

La planta de biometanización permitirá obtener biogás a partir de la fracción orgánica de los residuos y producir energía

La ejecución del CMG-2 se realizará paralelamente a la primera fase y está previsto que las obras finalicen simultáneamente. El inicio de las obras se estima para mayo de 2018, con un plazo de construcción de doce meses, y con su puesta en marcha prevista para 2019. A este respecto, el diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, ha manifestado que es un paso decisivo porque “con la puesta en marcha de las dos fases del CMG, Gipuzkoa tendrá solucionado el problema de los residuos al final de la legislatura y se habrá cumplido el compromiso adquirido con la ciudadanía”.

La planta de biometanización prevista en el CMG-2 tendrá una capacidad inicial de tratamiento de 40.000 toneladas anuales y recibirá materia orgánica recogida selectivamente. Esta instalación dispondrá de una tecnología que permitirá obtener biogás a partir de la fracción orgánica de los residuos y producir energía.

La planta de valorización de escorias tratará los restos sólidos procedentes de la planta de valorización energética, tendrá una capacidad de 52.000 toneladas/año y desarrollará distintos procesos para transformarlos en áridos reciclados que puedan ser empleados en obra pública (carreteras, etc.). Una vez en marcha, se estima que el CMG-2 creará 30 puestos de trabajo directos.

El cronograma previsto para el desarrollo y puesta en marcha del CMG-2 comenzó con la modificación del Plan Territorial Sectorial (PTS) de Infraestructuras de Residuos Urbanos de Gipuzkoa, cuya tramitación se prevé que finalice a primeros de 2018. Paralelamente y coincidiendo con el plazo anterior, se realizará el proyecto básico y ya se ha solicitado la Autorización Ambiental Integrada para la segunda fase del CMG. Finalizados estos procesos se abordará la ejecución y construcción de las instalaciones del CMG-2 que finalizarán a mediados de 2019, coincidiendo con las del CMG-I, y comenzando su operación ese mismo año.

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