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La cadena de supermercados ha cumplido el compromiso que anunció el pasado mes de mayo y desde el 1 de enero ya no vende bolsas de plástico para la compra en ninguna de sus 550 tiendas de España.

Lidl elimina las bolsas de plástico

Prácticamente al mismo tiempo que entraba en vigor la ley que establecía el cobro obligatorio por las bolsas de compra en España –medida que Lidl ya aplicaba desde su entrada en nuestro país en 1994– la cadena de supermercados decidía ir un paso más allá y anunciaba para 2018 la eliminación total de las bolsas de plástico de sus cajas, siendo la primera cadena de supermercados en España en tomar esta pionera medida en materia de sostenibilidad medioambiental.

La decisión de la empresa de retirar las bolsas de plástico de las líneas de caja ha recibido numerosos apoyos en distintos ámbitos, especialmente por parte de sus clientes: en una encuesta previa realizada a más de 5.500 compradores de la cadena, más del 90% se mostraba a favor de la retirada de las bolsas de plástico y de la utilización de alternativas más sostenibles para transportar la compra.

Apuesta por la reutilización

Como alternativa a las bolsas de plástico, Lidl apuesta por la reutilización, ofreciendo bolsas de rafia reutilizables para que el cliente la adquiera una vez y la reutilice siempre que vaya a hacer la compra. Alternativamente, también se ofrecen dos tamaños de bolsas de papel para clientes que no traigan consigo su propia bolsa.

La retirada de las bolsas de plástico se inició ya el pasado mes de mayo, en las tiendas que Lidl tiene en las islas Baleares y, a principios de verano, se amplió a las de Cataluña y la Comunidad de Madrid. Así, desde hace medio año, más de 200 tiendas de la compañía (el 40% de su red en España) operan sin vender bolsas de plástico. Esto ha supuesto ya un ahorro de 30 millones de bolsas.

Desde el 1 enero, en ninguna de las 550 tiendas de Lidl en España se pueden comprar bolsas de plástico para transportar la compra. Con esta medida, la compañía deja de distribuir cada año 100 millones de bolsas, lo que se traduce en la eliminación de más de 1.300 toneladas de plástico y la no emisión de más de 1.000 toneladas de CO2 al año. Y con ello la empresa prevé dejar de ingresar cada año 1,5 millones de euros.

Estrategia global por un uso más eficiente del plástico

La retirada total de este tipo de bolsas es una medida enmarcada en una estrategia global de Lidl para la gestión y el uso sostenible de los plásticos. Dicha estrategia tiene el objetivo de reducir el uso del plástico al menos un 20% hasta 2025. De este modo, la cadena va mucho más allá de los compromisos que se ha fijado la patronal del sector y que se centran en reducir el plástico en un 21% en los productos frescos que se envasan en tienda, hasta 2021.

Además, en 2019 la firma eliminará de sus tiendas todos los artículos de plástico de un solo uso (vajillas de plástico, pajitas para beber, bastoncillos de algodón para los oídos, etc.) y se ha comprometido a garantizar que todos los envases de plástico de productos de marca propia sean 100% reciclables en 2025.

En esta misma línea, la cadena está estudiando distintas alternativas a la bolsa de plástico para embolsar la fruta y verdura a granel en las tiendas.

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