A partir de ahora las bolsas en el supermercado dejan de ser gratuitas en Grecia, y cuestan cuatro céntimos de euro por cada unidad, una medida con la que el Gobierno de Alexis Tsipras pretende poner fin al consumo desmesurado del plástico en este país.

“La bolsa de plástico debe ser eliminada de nuestro consumo habitual. Buscamos cambiar el comportamiento de los consumidores para que, como ciudadanos, comprendan las consecuencias ambientales que existen “, dijo el viceministro de Medio Ambiente y Energía, Sócrates Famellos, en vísperas de la puesta en marcha de esta nueva normativa.

Si bien la medida entró formalmente en vigor el 1 de enero, no es hasta ayer que se puso en práctica, pues las tiendas permanecieron cerradas el lunes y el martes.

Bolsas de plástico

El objetivo de Atenas es reducir el uso de bolsas de plástico por persona en un 75 por ciento hasta finales de 2020, y en un 90 por ciento hasta 2025, siguiendo con ello una directiva de la UE de 2015.

La normativa europea aprobada en 2015 obliga a los Estados miembros a reducir hasta 2019 el consumo de bolsas de plástico ligero no biodegradable hasta un máximo de 90 unidades por persona y año, y de 40 hasta finales de 2025, y contempla que hasta finales de este año deberán de dejar de ser gratuitas.

Los griegos consumen en torno al doble de bolsas de plástico que el promedio europeo, 269 bolsas de plástico por año y persona, lo que se traduce en torno a más de 3.000 millones por año.

Ecotasa y bolsas reciclables

A partir del año próximo, la ecotasa, con cuyos fondos recaudadas el Gobierno pretende financiar la producción de bolsas reciclables, aumentará a 7 céntimos de euro por unidad.

Grecia es un país con poca educación ecológica, y si bien existe el reciclaje, una mirada en el interior de los contenedores de basura basta para ver el escaso seguimiento que tiene.

A ello se añade que apenas hay contenedores para vidrio o papel, ni puntos de colección, y en las carreteras es frecuente ver cómo desde los coches vuelan objetos hacia el exterior sin pudor alguno.

Menos plástico

A pesar de ello fue justamente una isla griega, Alónissos, cuyas aguas forman parte del parque marino de las Espóradas (mar Egeo), la primera en eliminar por completo las bolsas de plástico, y lo hizo ya en diciembre de 2015. Para acostumbrar a los ciudadanos a eliminar el consumo de plástico, el Ayuntamiento distribuyó entre la población bolsas de tela para las compras.

La iniciativa había nacido de dos organizaciones ecologistas helenas, la Red Mediterráneo S.O.S. (Medsos) y la Sociedad para el estudio y la protección de la foca mediterránea (MOm), que anualmente organizan además campañas de limpieza de las playas.

Luego hubo programas similares en las islas de Sifnos, Syros, Santorini, Tinos y Síkynos, unos con más otros con menos éxito.

Volumen de basura

Las bolsas de plástico tienen índices de reutilización y de reciclaje muy bajos, incrementan el volumen de la basura producida y pueden permanecer en el ambiente durante siglos.

En los ecosistemas costales y marinos tienen múltiples consecuencias nefastas, tanto en la fauna marina como en pájaros y mamíferos. Según advierten las organizaciones medioambientales, algunas especies marinas confunden trozos de este plástico con su comida natural e ingieren así sustancias tóxicas que se acumulan en su organismo.

Fuente:
Efeverde

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