[themoneytizer id=»17425-1″]

 

Época de múltiples celebraciones, encuentros, compras, regalos y desplazamientos, la Navidad deja una negativa huella ambiental que es posible reducir actuando con un mínimo de responsabilidad y llevando a la práctica pequeños gestos.

Conejos para una Navidad sostenible

“Vive tu Navidad en Verde”. Así reza el manual de buenas prácticas que Sogama lanza con el fin de dar a conocer algunos de los consejos ecológicos a poner en práctica en estas fiestas para disfrutarlas de una forma más sostenible y con un menor impacto sobre el entorno.

La empresa pública gallega apela, en primera instancia, al consumo responsable como principal recomendación a tener a cuenta. Invita así a reflexionar sobre lo que verdaderamente necesitamos y comprar con racionalidad. Advierte de la importancia de ser cautos con los regalos y apostar por aquellos que cumplan con criterios ecológicos (reutilizables, reciclables, reciclados y que generen pocos residuos), con la particularidad de que, más allá de regalar objetos materiales, también se puede obsequiar a nuestros allegados con buenos momentos.

NO AL DESPERDICIO ALIMENTARIO

Pone también el centro de atención en los alimentos. Mejor frescos, locales y de temporada, siendo conveniente planificar los menús con suficiente antelación. Con poco dinero y algo de imaginación se pueden preparar atractivos platos.

Diferenciar la fecha de caducidad de la fecha de consumo preferente resulta esencial en el caso de los artículos perecederos (la primera indica el momento a partir del cual un producto puede suponer un riesgo para la salud; la segunda el momento en el que puede perder cualidades –textura, sabor, olor-, pero sin representar una amenaza para la salud). También hace un alegato en favor de los alimentos feos, ya que gozan de las mismas propiedades nutritivas que los guapos.

Recomienda igualmente revisar la despensa y la nevera para darle salida a los productos más antiguos, ajustar las raciones al número de comensales y aprovechar las sobras para elaborar nuevas recetas. Y todo ello con el objetivo último de no arrojar comida al cubo de la basura, un preocupante comportamiento con serias consecuencias ambientales, económicas, sociales y morales.

REUTILIZACIÓN EN SU MÁXIMA EXPRESIÓN

Asimismo, el manual pone el acento en la reutilización. Fuera vasos, platos y cubiertos de plástico, dando preferencia a su versión en metal, loza y vidrio, descartando igualmente las servilletas de papel y priorizando las de tela.

Para adornar el árbol de Navidad sólo hace falta un poco de creatividad. Mejor con materiales reutilizados y/o reciclados, debiendo ser cautelosos con la iluminación, siempre bombillas de bajo consumo. Y la temperatura del hogar en su justa medida. Confortable, pero sin contribuir a elevar el termostato del planeta.

Aunque son fechas de ocio, fiesta y celebraciones, esto no implica que deba darse tregua a la responsabilidad ambiental. Las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje) se imponen más que nunca, toda vez que se incrementa de forma exponencial la producción de desechos, debiendo ser extremadamente cautelosos con la separación de los materiales y correcto depósito de los mismos en los contenedores correspondientes para que puedan ser recuperados y transformados en nuevos productos.

Dado que los aparatos eléctricos y electrónicos son uno de los artículos más demandados a la hora de regalar, debe evaluarse si realmente es necesario cambiar ese móvil o tablet que todavía goza de buena salud y cuenta con buenas prestaciones. Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos están creciendo tres veces más rápido que el resto de la basura.

TRANSPORTE SOSTENIBLE

Y, como no podía ser de otra forma, la Navidad constituye también una época de numerosos desplazamientos. En la medida de lo posible, debe prescindirse del vehículo particular y optar por el transporte público y, si es factible, nada mejor que la bicicleta para moverse en trayectos cortos. Contribuiremos a aminorar la contaminación y a mover el corazón.

Además, compartir con la gente necesitada constituye un gesto que no está circunscrito únicamente a las Navidades, sino que debe hacerse efectivo el resto del año.

[themoneytizer id=»17425-28″]

 

Deje una respuesta

Queremos saber si no eres un bot *