La Asociación de Bebidas Refrescantes, ANFABRA, dió ayer a conocer los últimos datos de seguimiento de los compromisos medioambientales, asumidos por el conjunto del sector, para la década 2010 – 2020.

Bebidas refrescantes

Se presentó también un amplio informe de evaluación que recoge cerca de 30 buenas prácticas que han implementado las empresas para alcanzar estos resultados.

“Queremos mantenernos como un sector de referencia en la gestión ambiental y nuestra apuesta se traduce en acciones concretas. Asumimos unos compromisos ambiciosos, que consideramos fundamentales para la sostenibilidad del sector y los estamos cumpliendo con creces”, señaló John Rigau, presidente de la Asociación.

El apoyo de PwC y SEO/Birdlife ha sido clave para definir indicadores medibles y relevantes, realizar el seguimiento, así como detectar vías de mejora para los próximos años.

“Aunar la competitividad empresarial y las demandas de los consumidores con el uso racional de los recursos, es un beneficio para la sociedad y además supone un gran ahorro en costes a las empresas”, subrayó Rigau.

Seguimiento de los compromisos

Según los últimos datos de seguimiento (2016) el compromiso de reducir un 20% el ratio de consumo de energía ya se ha superado -la reducción alcanzada en seis años ha sido del 21%- gracias al seguimiento y control de los consumos, optimización de procesos y utilización de equipos eficientes. El consumo energético más relevante del sector es el de electricidad, que supone cerca de la mitad del total, seguido por el de gas natural.

En cuanto al agua, se ha reducido un 17% el ratio de consumo en seis años -la reducción prevista para una década es del 20%- con la introducción de medidas de eficiencia y a cambios en el proceso productivo.

El sector también lleva muchos años incorporando criterios de sostenibilidad en sus envases. En consecuencia, el peso de los distintos tipos de envases de refrescos se ha reducido entre un 13 y un 17% en los últimos 16 años y actualmente el 100% de los envases de bebidas refrescantes son reciclables o reutilizables.

Seguir avanzando en la reciclabilidad de los envases de PET es otro de los compromisos asumidos. Por ello, la Asociación trabaja con distintas organizaciones. A nivel europeo, colabora con UNESDA, la Federación que agrupa a todas las Asociaciones de Bebidas Refrescantes de los distintos países.

Es prioritario para el sector extender su compromiso con la sostenibilidad al resto de la cadena de valor. Así, el 100% de las empresas incluye criterios ambientales en su política de contratación. Destaca el impulso a la formación y las buenas prácticas de gestión ambiental de sus principales proveedores, la elaboración de memorias medioambientales y/o de sostenibilidad y las iniciativas para promover el consumo sostenible.

ANFABRA resultados

Retos de futuro

En su intervención, el director general de la Asociación de Bebidas Refrescantes, Josep Puxeu, destacó que “el sector tiene un importante peso económico, con productos que llegan a toda la población, lo que también le hace actuar de forma responsable para buscar el beneficio social y la sostenibilidad”.

Del “Informe de evaluación y seguimiento de los compromisos medioambientales a 2020” se concluye que esta industria está cumpliendo ampliamente con los objetivos marcados por lo que ya se avanza en nuevos retos, con el asesoramiento de SEO/BirdLife, PwC y la Universidad Autónoma de Madrid.

Según explicó Puxeu, en línea con lo marcado por la ONU en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030, el sector de bebidas refrescantes considera distintas áreas relevantes:

1. Cambio climático. Se seguirá avanzando en integrar acciones para combatir el cambio climático en las estrategias de negocio de las empresas, especialmente en aspectos como:

  • La relación del agua y el cambio climático. El agua es un recurso escaso, esencial e imprescindible para la humanidad del que hay que hacer un uso responsable y racional. En el caso de las bebidas refrescantes el agua es el principal ingrediente de los productos y también un recurso necesario en los procesos de producción, limpieza de envases, higiene, etc. El sector está a 3 puntos porcentuales de conseguir el compromiso de reducir su consumo en un 20% entre 2010 y 2020. Es clave mantener esta tendencia descendente para devolver a la naturaleza el agua que se utiliza.
  • Eficiencia energética. La reducción del consumo energético es otra de las prioridades y en la que más esfuerzos se han hecho. Esto ha permitido alcanzar el compromiso a 2020 de reducir su consumo en 20% antes de lo previsto. Invertir en equipos más eficientes e introducir mejoras en los procesos sigue siendo una prioridad para los próximos años.

2. Economía circular. El modelo de crecimiento económico lineal que ha primado durante años (“coge, fabrica y tira”) no es viable en la actualidad. Los recursos naturales son limitados y hay que utilizarlos de manera sostenible. Se avanza hacia el concepto de “economía circular” en el que prima el aprovechamiento de recursos, la reducción, la reutilización y el reciclaje. En ese sentido, las empresas de refrescos trabajan en:

  • Utilizar criterios de sostenibilidad en el diseño de envases
  • Fomentar el reciclaje y la reutilización
  • Seguir avanzando en la reciclabilidad de los envases de PET

3. Cadena de valor. Se promueven las buenas prácticas medioambientales más allá de los impactos derivados de la producción y directamente controlados por las empresas fabricantes. Por ello, se apoyará la gestión climática a lo largo de toda la cadena de valor, buscando la colaboración con proveedores de materias primas, trasportistas, empresas de servicios, distribución, hostelería administraciones públicas, etc.

4. Información al consumidor y transparencia. Es fundamental que el consumidor esté informado en materia ambiental para logar un modelo de desarrollo sostenible. El sector de bebidas refrescantes apuesta por promover transparencia en distintos ámbitos, incluido el ambiental. También se seguirá ampliando la oferta de productos cada vez más sostenibles.

“El futuro será sostenible o no será. La economía circular puede ayudarnos a reducir los residuos, pero también a transformar profundamente el funcionamiento de toda nuestra economía”, concluyó Josep Puxeu, director general de la Asociación de Bebidas Refrescantes.

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