La localidad barcelonesa ha mostrado un firme compromiso en aspectos como la prevención de residuos, la recogida selectiva o la reducción del uso de plásticos.

Viladecans opta a ciudad Residuo Cero

Viladecans (Barcelona) es un municipio reconocido por sus medidas proactivas en la prevención de residuos, algo que acaba de ser refrendado al convertirse en Ciudad Candidata a la Certificación Residuo Cero, de la Misión Cero Academy (MiZA).

El eje central del Plan Residuo Cero de Viladecans se centra en áreas claves como la reducción de plásticos desechables, la prevención de las fracciones orgánica y de residuos vegetales, la reducción de los residuos de papel y cartón y el fomento de iniciativas de reutilización y reparación.

Encarna García, teniente de alcalde del Área de Medio Ambiente y Sostenibilidad, explica que “Viladecans es una ciudad que sitúa la mejora de la calidad de vida de las personas en el centro de sus políticas y trabaja para conservar los hábitats naturales y la biodiversidad. Sabemos que menos plástico en el medio ambiente es más salud para las personas y para la vida de nuestros ecosistemas, por eso estamos comprometidos a reducir los plásticos desechables.”

La localidad trabaja continuamente para reducir y gestionar sus residuos de la forma más sostenible posible. En 2022, generó menos residuos municipales per cápita que la media de Cataluña. Sin embargo, el gobierno local está comprometido con reducir la cantidad de residuos generados per cápita en un 15% antes de 2025, respecto a la generación del año 2015.
Por otra parte, espera llegar a una recogida selectiva del 68,1 % como resultado de un plan multifase para implementar un nuevo sistema de recogida en la ciudad, que combinará el uso de contenedores inteligentes con sistemas de recogida puerta a puerta.

El Plan de Prevención de Residuos 2021-2025 de esta ciudad de 66.614 habitantes refleja su dedicación y compromiso en reducir la generación de residuos y el uso de plástico. En 2019, además, Viladecans emitió una declaración para proclamarse como ciudad libre de plástico, a partir de la cual ha estado trabajando diligentemente en la aplicación de medidas para prevenir los residuos plásticos.

García reconoce que la generación de residuos es un problema creciente sin una solución clara. Sin embargo, considera que la meta de la certificación puede ser un referente para otros municipios cercanos. «Si empezamos a trabajar -continúa- y otros municipios siguen estos pasos, habrá más acciones para invertir esta tendencia negativa».

La progresión de Viladecans hasta convertirse en Ciudad Candidata a la Certificación Residuo Cero pone de manifiesto un compromiso notable con la sostenibilidad medioambiental y la gestión responsable de los residuos. A la vez que el municipio sigue aplicando medidas innovadoras, se convierte en un ejemplo a seguir por ciudades y pueblos de todo el mundo.

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