Bizkaia quiere reducir al 2,5% los residuos destinados a vertedero en 2030

El plan de gestión de residuos urbanos contempla igualmente alcanzar una tasa de reutilización y reciclaje del 80% para ese año.

El nuevo Plan Integral de Prevención y Gestión de Residuos de Competencia Local que está elaborando la Diputación Foral de Bizkaia incluye entre sus principales objetivos reducir al 2,49% la tasa de desechos que terminan en vertedero para 2030. Igualmente, prevé llegar a reutilizar y reciclar materialmente el 79,83% de los residuos urbanos y destinar a incineración para su valorización energética menos del 20% para ese mismo año.

El plan contempla también la reducción de residuos en un 15% respecto a 2010, y en un 20% con respecto al año 2019 en la generación de residuos de envases ligeros, así como mejorar la tasa de preparación para la reutilización en un 20%.

Igualmente, el documento prevé asegurar la cobertura del 100% de la recogida selectiva de los residuos peligrosos del hogar, de textiles, de aceites de cocina, de voluminosos y residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), así como la recogida separada de biorresiduos en los municipios.

En el proceso participativo del plan han tomado parte el 80% de los municipios vizcaínos, que representan al 89% de la población del territorio, y que han realizado 492 propuestas. Entre las principales aportaciones de los entes locales están cuestiones como la prevención de residuos, incluyendo medidas como el fomento de la compra a granel, la reducción de embalajes en los comercios o la recogida y distribución de excedentes alimentarios del sector horeca y otros grandes generadores.

Entre las aportaciones relacionadas con la recogida selectiva, están la realización de estudios de contenerización y mejoras en los sistemas de recogida (recogida selectiva inteligente), el impulso de los garbigunes (puntos limpios) móviles o la promoción de programas educativos escolares en las plantas de revalorización.

Por último, los ayuntamientos de Bizkaia también ha pedido la puesta en valor de la reutilización, con campañas de comunicación, el establecimiento de protocolos de recogida y transporte de residuos orientados a la reutilización, o la inclusión de nuevos productos en los contenedores blancos, destinados a objetos a los que se puede dar una segunda vida.