La federación internacional del reciclaje pide «cautela en el despliegue» del reciclado químico, al ser «una tecnología incipiente» y «extremadamente intensiva en energía».

Posición de BIR sobre el reciclaje químico
Residuos plásticos. Foto: RESIDUOS PROFESIONAL

La federación internacional de industrias del reciclaje (BIR), que representa a 37 organizaciones del sector en 70 países, ha publicado su último documento de posición sobre el reciclaje químico. Fruto de un trabajo de colaboración con las asociaciones nacionales miembros de la organización, el documento subraya que el reciclado químico requiere una cuidadosa consideración y políticas bien informadas y basadas en el mercado para garantizar que complemente a los métodos de reciclado tradicionales en lugar de competir con ellos.

BIR insiste en que el reciclaje mecánico debe seguir siendo el método preferido a gran escala, mientras que el reciclado químico sólo debe utilizarse para los residuos plásticos difíciles de reciclar.

Este documento describe el reciclaje químico como «una tecnología incipiente», pide cautela en su despliegue y solicita la introducción de una definición armonizada de reciclado químico que excluya la producción de combustible.

Señala también que los procesos de reciclaje químico son extremadamente intensivos en energía y algunos de los actualmente disponibles producen más emisiones de gases de efecto invernadero que la producción primaria de plásticos utilizando combustibles fósiles durante el proceso de producción. Por estas y otras razones, el reciclado químico sólo debería utilizarse para materiales que el reciclado mecánico no pueda procesar de forma eficiente, argumenta.

Además, según BIR, el reciclaje químico no debe prevalecer sobre la necesidad de diseñar para el reciclado. Las políticas, asegura, deberían centrarse en eliminar los plásticos difíciles de reciclar y en incentivar el diseño de plásticos para su reutilización o reciclado mecánico, reduciendo así la necesidad de nuevos recursos. Además, los recicladores químicos deben abstenerse de utilizar indebidamente los principios de contabilidad de balance de masas para cumplir los objetivos de contenido reciclado, añade el documento.

«Debe desarrollarse un método sólido para calcular el impacto climático del reciclaje químico», subraya Arnaud Brunet, director general de BIR. «Éste debería cubrir todas las emisiones del proceso, así como el uso total de energía y la incineración de residuos peligrosos recuperados. Además, incentivar la opción del reciclado mecánico, que emite menos carbono, le permitiría competir con los plásticos primarios de menor precio y haría el proceso más atractivo para la inversión».

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