Según una reciente investigación, estos aparatos generan hasta 40 veces más fragmentos microscópicos que una lavadora.

Una secadora libera millones de microfibras al año

A nadie le gusta que su ropa favorita tenga agujeros o se deshaga después de muchos ciclos de lavado. Pero, ¿qué ocurre con los fragmentos de tela y las costuras que se desprenden? Aunque se sabe que el lavado de la ropa libera microfibras en las aguas residuales, no está claro cómo afecta su secado al medio ambiente. Ahora, un estudio piloto publicado en la revista Environmental Science & Technology Letters de la Asociación Química Americana (ACS) informa de que una sola secadora podría verter hasta 120 millones de microfibras al año, una cantidad considerablemente mayor que la de las lavadoras.

Las microfibras pueden proceder de tejidos naturales, como el algodón, o sintéticos, como el poliéster, que también se consideran microplásticos. La liberación de microfibras en el medio ambiente es preocupante porque pueden absorber y transportar contaminantes a grandes distancias. Y las propias fibras pueden ser irritantes si se ingieren o inhalan.

Estudios anteriores han demostrado que las microfibras se liberan de las lavadoras de ropa en el agua de lavado, pero estos residuos se tratan, eliminando algunas o la mayoría de las fibras antes de que el agua se vierta en los ríos o arroyos. Sin embargo, hay muy poca información sobre si las secadoras, cuyo aire pasa por un conducto y se ventila directamente al exterior, son una fuente importante de microfibras en el aire y de contaminación por microplásticos en la naturaleza. Por ello, los investigadores quisieron contar las microfibras generadas por la ropa de algodón y poliéster en una secadora para estimar la cantidad liberada al aire exterior por la colada de un hogar cada año.

Los investigadores secaron por separado las prendas de poliéster y las de algodón en una secadora que tenía un tubo de ventilación hacia el exterior. Mientras la máquina funcionaba durante 15 minutos, recogieron y contaron las partículas en el aire que salían por el conducto de ventilación. Los resultados mostraron que ambos tipos de ropa producían microfibras, lo que el equipo sugiere que se debe a la fricción de las prendas al rozar entre sí mientras dan vueltas. Para ambos tejidos, la secadora liberó entre 1,4 y 40 veces más fragmentos microscópicos que los generados por las lavadoras, según en estudios anteriores, para la misma cantidad de ropa.

También descubrieron que la liberación de microfibras de poliéster crece a medida que aumenta el número de prendas en la secadora, mientras que la liberación de microfibras de algodón se mantiene constante independientemente del tamaño de la carga. Los investigadores sugieren que esto ocurre porque algunas microfibras de algodón se agrupan y no pueden permanecer en el aire, un proceso que no ocurre con el poliéster.

Por último, el equipo estimó que cada año se producen entre 90 y 120 millones de microfibras que son liberadas al aire exterior por la secadora de un hogar medio. Para controlar la liberación de estas micropartículas en el aire, los investigadores dicen que habría que adaptar sistemas de filtración adicionales para las rejillas de ventilación de las secadoras.

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