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Los sistemas colectivos de gestión defienden su papel como elementos esenciales para la correcta gestión de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, más allá de ser «meros financiadores del reciclaje».

Residuos electrónicos

Los sistemas colectivos de recogida y reciclaje de residuos electrónicos gestionaron 262.000 toneladas de este tipo de residuos durante 2017, lo que representa un 17% más que en 2016. Con estas cifras, y según José Pérez, consejero delegado de Recyclia, estos sistemas están llamados a convertirse en uno de los agentes cualificados de la denominada economía circular, según manifestó durante su intervención en el ‘II Congreso Nacional de Gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE)’, que comenzó ayer en Valencia.

Pérez defendió la contribución de los sistemas colectivos a este nuevo modelo productivo, “tras los problemas que hemos tenido que afrontar, durante los últimos 14 años, por la percepción distorsionada de algunas entidades hacia nuestra labor como pieza nuclear de coordinación de productores de aparatos, gestores de residuos, administraciones y ciudadanía”.

Para aprovechar este potencial, Pérez demandó la colaboración del Gobierno para modificar la normativa que regula la gestión de residuos electrónicos en nuestro país, “dada su difícil aplicación, por intervencionista, regular el sector en exceso y reducir la labor de los sistemas colectivos a meros financiadores del reciclaje de los residuos electrónicos”.

En concreto, el año pasado, los sistemas colectivos que operan en nuestro país recogieron 242.459 toneladas de residuos electrónicos domésticos y 20.022 profesionales, cuyo reciclaje permitió evitar la emisión de las toneladas de CO2 correspondientes a 107.871 coches circulando durante un año. Según los sistemas colectivos, actualmente se recupera entre el 85 y el 90 por ciento de los materiales contenidos en estos residuos electrónicos.

Garantizar la trazabilidad de los residuos

En la misma línea que Pérez se manifestó Javier Cachón, director general de Biodiversidad y Calidad Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica, que defendió la implicación de los productores de aparatos electrónicos -y por extensión de los sistemas colectivos que los representan- en la economía circular, mediante la inversión en ecodiseño, puesta en el mercado de piezas de recambio y favorecimiento de la preparación para la reutilización.

Asimismo, Cachón señaló que “solo garantizando la trazabilidad de los residuos desde su recogida hasta su reciclaje será posible desterrar la imagen de los países africanos inundados de residuos electrónicos exportados de forma descontrolada por los países europeos, incluido el nuestro”. A este respecto, anunció la puesta en marcha, próximamente, de la plataforma electrónica que permitirá contabilizar y garantizar la trazabilidad de los diferentes flujos de residuos electrónicos existentes.

Según Pérez, “la próxima publicación para consulta pública de la orden ministerial que implantará la nueva plataforma es una excelente noticia para el sector del reciclaje electrónico. La normativa ha optado por un modelo abierto en el que los sistemas no tenemos el control de todos los flujos y para que este sea viable es fundamental garantizar su trazabilidad”.

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