La gestión de RAEE emplea en Andalucía a 23.000 personas y factura alrededor de 2.200 millones de euros al año.
Andalucía recogió durante 2015 un total de 24,2 millones de kilogramos de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), según datos ofrecidos desde los sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor en la región (Ecolec, Ambilamp, ERP, Ecotic, Ecolum, ECO-RAEEs y Ecofimática). Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos abarcan desde pequeños y grandes electrodomésticos hasta lámparas y luminarias, pasando por baterías y pilas, entre otros componentes.
En concreto, el 64% (15,5 millones de kilos) del total recogido se circunscribe a grandes electrodomésticos (frigoríficos, congeladores, aparatos de aire acondicionado y radiadores) que han copado gran parte del trabajo de tratamiento durante 2015.
Por su lado, los pequeños aparatos eléctricos y electrónicos (PAE), con 3,6 millones de kilos tratados, y la electrónica de consumo (monitores, pantallas y televisores) y los paneles fotovoltaicos (de silicio y cadmio), con 3,2 millones de kilos recogidos, han sido otros de los RAEE con mayor tasa de recogida en Andalucía.
En cuanto a los RAEE de equipos informáticos y de telecomunicaciones, se alcanzaron 831.560 kilos recogidos.
Otro de los RAEE con mayor presencia en los datos ofrecidos por los sistemas colectivos han sido los residuos de aparatos de alumbrado, que incluyen lámparas de descarga de gas, LED y luminarias profesionales, que han llegado a los 647.480 kilos tratados. En cuanto a los residuos de herramientas eléctricas y electrónicas se han tratado 236.750 kilos durante el último año en la región.
Juguetes o equipos deportivos y de tiempo libre (48.110 kilos), aparatos médicos (10.160 kilos) y los instrumentos de vigilancia y control (1.430 kilos) fueron también RAEE con recogida importante en Andalucía.
La gestión de estos residuos viene marcada por un convenio firmado entre la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio con la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y nueve de estos sistemas colectivos, entre los que se encuentran –además de los citados anteriormente– Ecoasimelec y Tragamovil.
El convenio marco establece una serie de compromisos para mejorar los objetivos legales de la recogida selectiva, reutilización, reciclado y valorización, y para promover el desarrollo de sistemas de recogida selectiva realizando las operaciones de traslado de forma que pueda lograrse la mejor descontaminación, reutilización y reciclado.
Con este convenio se persigue un doble objetivo, por un lado, reducir la contaminación que estos aparatos generan tras su vida útil, y por otro, aumentar la actividad económica del sector, que en Andalucía emplea a 23.000 personas y factura en torno a 2.200 millones de euros.
Campañas de concienciación
La concienciación civil sobre la importancia del reciclaje de estos objetivos se ha visto incrementada gracias a campañas como ‘Otro Final es Posible’. Organizada por la fundación Ecotic, esta campaña de sensibilización ha sido dirigida a los usuarios de pequeños aparatos eléctricos y electrónicos. La campaña tuvo un carácter también solidario pues se donaba a Cáritas Diocesana de Málaga un euro por cada kilogramo de RAEE recogido durante el desarrollo de la misma.
Por su parte, la campaña ‘La naturaleza no necesita que le echemos ningún cable’, ideada por la Federación Andaluza de Electrodomésticos (FAEL) –que actualmente celebra su segunda edición–, persigue impulsar la sensibilización y difusión del respeto por el medio ambiente, tanto entre la ciudadanía como en el pequeño comercio, fomentado el reciclaje de RAEE con dimensiones reducidas. Entre sus principales actuaciones destaca la entrega de 800 contenedores de recogida selectiva de RAEE en pequeños comercios de toda Andalucía, el desarrollo de una App y la celebración de los primeros premios ElectroImplícate el pasado 22 de abril de 2016.
Gestión de los RAEE
Se definen los aparatos eléctricos y electrónicos como aquellos que necesitan para funcionar corriente eléctrica o campos electromagnéticos, destinados a ser utilizados con una tensión nominal no superior a 1.000 vatios (en corriente alterna) y 1.500 vatios (en corriente continua), y los aparatos necesarios para generar, transmitir y medir tales corrientes y campos.
En el momento en que su poseedor decide deshacerse de ellos, se convierten en RAEE. La obligación de tratar estos residuos de un modo especial viene dada por el Real Decreto 110/2015, que marca las obligaciones y responsabilidades de todos los agentes implicados, entre los se encuentran los proveedores de productos, comerciantes, administraciones (local, regional y nacional) y usuarios.
El Real Decreto 110/2015 determina las vías de recuperación de los RAEE a través de la red de puntos limpios, que en Andalucía alcanza los 190 espacios, repartidos por todas las provincias y gestionados por los municipios.
Además de los puntos limpios, los establecimientos vendedores de aparatos eléctricos y electrónicos están obligados a retirarlos una vez cumplen su vida útil, asumiendo su correcta gestión ambiental. En este sentido, los sistemas colectivos son las entidades que los productores de electrodomésticos, lámparas y baterías determinan para el reciclaje de RAEE.