La “lignocelulosa”, principal componente de la pared celular de las plantas, puede ser una fuente de compuestos XOS (Xylo-oligasacáridos), que estimulan el crecimiento de bacterias beneficiosas para la flora intestinal, y Xylitol, un posible sustituto del azúcar con bajos índices calóricos. Obtener estos compuestos a partir de residuos vegetales e incorporarlos a diversos alimentos, convirtiéndolos en funcionales, es el objetivo del proyecto europeo Lignofood.

residuos vegetales
La lignocelulosa está presente en algunos residuos vegetales. Foto: net_efekt en Flickr (cc)

Los alimentos funcionales son aquellos que, además de su valor nutritivo, mejoran las funciones del organismo y reducen los factores de riesgo que pueden provocan enfermedades. Contribuyen así a conseguir un estado general de salud y bienestar.

El proyecto Lignofood (“Ingredients for food and beverage industry from a lignocellulosic source”) investiga el desarrollo de alimentos funcionales mediante la incorporación de ingredientes alimentarios saludables procedentes de la valorización de subproductos agrícolas, en este caso de la lignocelulosa (celulosa, hemicelulosa y lignina), presente en algunos residuos vegetales que la industria deshecha.

Para lograrlo es preciso extraer de la lignocelulosa el compuesto precursor del que se obtendrán dos ingredientes: Xylo-oligasacáridos (XOS), sustancias no digestibles que estimulan el crecimiento y actividad metabólica de las bacterias beneficiosas existentes en el intestino (principalmente bifidobacterias y lactobacilos); y Xylitol, un edulcorante muy valorado por sus bajos índices calóricos y glucémicos, que lo convierten en un sustituto del azúcar de gran interés, apto para las personas diabéticas.

A lo largo del proyecto se estudiarán diferentes técnicas de obtención de estos compuestos, para luego ensayar su incorporación a diversos alimentos, convirtiéndolos en funcionales. Se pretende así ofrecer soluciones competitivas para las pymes participantes a través del desarrollo de un proceso biotecnológico de producción de ingredientes saludables a partir de compuestos naturales.

Un consorcio multidisciplinar formado por grupos de investigación de excelencia y empresas tecnológicas trabajará para validar las biotecnologías de extracción, optimizar procesos, realizar los ensayos in-vitro, desarrollar prototipos de alimentos enriquecidos y llevar a cabo estudios organolépticos y ensayos de aceptación de consumidores.

El mercado de compuestos prebióticos mueve actualmente en Europa 90.000 toneladas de productos y 296 millones de euros, y se encuentra en continuo crecimiento (un 14% anual) debido al aumento de la preocupación por la salud en nuestra sociedad.

El Proyecto Lignofood se encuadra dentro del Programa Capacidades en la Línea de Investigación para el beneficio de las pymes, perteneciente al VII Programa Marco europeo. Tiene un presupuesto total de 2.026.059 euros, al que la Unión Europea contribuye con 1.605.000 euros.

Está liderado por la empresa española Contactica, y en él participa la Asociación para la Investigación, el Desarrollo y la Innovación Alimentaria de La Rioja (CITA). Los otros socios son las pymes Insanatur Spain y Envirohemp (España), Biotech Power (Italia) y Zade Vital (Turquía), el Instituto de Catálisis y Petroleoquímica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (ICP-CSIC, España), la Universidad Técnica de Graz (Austria), la Universidad de Selcuk (Turquía) y el centro tecnológico TNO (Holanda).

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