Zapatillas biodegradables, tapones de origen renovable, envases compostables…, los bioplásticos se utilizan cada vez en más sectores y se espera que su producción se dispare hasta los 6,2 millones de toneladas en 2017.

La producción de bioplásticos alcanzará los 6,2 millones de toneladas en 2017
Los bioplásticos han llegado también a las cápsulas de café

El Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS) celebra estos días la quinta edición de su Seminario Internacional de Biopolímeros y Composites Sostenibles. Se trata de un encuentro de carácter internacional que ya se ha consolidado para el sector de los bioplásticos como una cita ineludible en la que los principales actores de este negocio analizan la evolución de la industria y presentan sus últimos desarrollos.

Actualmente, según los datos presentados durante la jornada de ayer por parte de European Bioplastics, la producción mundial de bioplásticos representa tan solo un 1% de los plásticos que cada día se ponen en el mercado. Pero las previsiones de crecimiento son muy alentadoras para esta industria, ya que si en 2012 se produjeron en todo el mundo 1,4 millones de toneladas de estos materiales, en 2017 se espera haber multiplicado por cuatro esta cifra hasta alcanzar los 6,2 millones de toneladas.

Los bioplásticos, comprenden dos grandes tipos de materiales, aquellos fabricados a partir de materias primas renovables, y los biodegradables. Además, existen aquellos que combinan ambas características.

Actualmente, son los renovables los que mayor protagonismo tienen en la industria y los que mayor crecimiento van a registrar en los próximos años. Gracias a la procedencia de las materias primas utilizadas en su fabricación, estos materiales permiten a la industria reducir su dependencia de las fuentes fósiles. Por su parte, los biodegradables suponen una gran ventaja en la gestión de residuos, ya que pueden ser gestionados junto con el resto de materia orgánica en plantas de compostaje.

Durante este encuentro se ponen sobre la mesa los retos a los que todavía tienen que enfrentarse los bioplásticos, como algunas limitaciones que pueden afectar a sus propiedades físicas, químicas y mecánicas, pero también las oportunidades que se presentan para ellos en forma de productos de alto valor añadido en sectores como la automoción y el eléctrico-electrónico.

Desde la cafetera a las zapatillas

A pesar de contar todavía con una capacidad de producción limitada en comparación con los plásticos convencionales, los bioplásticos ya han logrado una presencia relevante en sectores como el envase y el embalaje. Y gracias a la I+D también han comenzado a emplearse en la fabricación de objetos de uso cotidiano.

Los bioplásticos, comprenden dos grandes tipos de materiales: los fabricados a partir de materias primas renovables y los biodegradables

Es el caso de unas innovadoras cápsulas de café sostenibles en todos los sentidos, ya que no solo son biodegradables, sino que el café que contienen procede de cultivo ecológico y comercio justo. En 12 semanas y condiciones de compostaje, las cápsulas se degradan y se convierten en abono junto con los restos del café.

También para el sector de la alimentación y bebidas se han presentado productos como el primer tapón para vino con huella de carbono cero, reciclable y elaborado a partir de materias primas renovables, que no solo evita el sabor a corcho en los caldos, sino que permite una gestión del oxígeno homogénea y previene el desperdicio de producto por degradación. Y para la purificación de agua, un filtro de coco fabricado con composites renovables y biodegradables.

En el sector del equipamiento deportivo y personal, hoy se presentan las primeras zapatillas deportivas con suelas biodegradables y renovables, un calzado con un impacto medioambiental un 31% menor que el convencional.

Por su parte, AIMPLAS ha presentado los resultados de algunos de los proyectos que desarrolla en el campo de los biocomposites. Es el caso de las piezas biodegradables para equipos electrónicos fabricadas a partir del bioplástico obtenido de paja de trigo y fibras de celulosa. O las mallas compostables para frutas y verduras que permiten desecharlas junto a los restos orgánicos que contienen.

También para el sector de la alimentación, AIMPLAS ha desarrollado bandejas biodegradables con aditivos naturales a partir de moléculas de ajo que alargan hasta un 15% la vida del alimento.

Otras innovaciones en este campo son los tubos y botellas biodegradables para el sector cosmético, e incluso nuevos textiles biodegradables alternativos al poliéster para el interior de los automóviles con propiedades antimicrobianas y absorbentes de olores.

En el sector agrícola, la compostabilidad de los bioplásticos cobran mayor sentido si cabe, y en este terreno, AIMPLAS ha desarrollado desde film hasta sistemas completos de riego biodegradables.

Deje una respuesta

Queremos saber si no eres un bot *