El principal problema de gestión del agua en España es que sus plantas depuradoras «no están preparadas para tratar residuos contaminantes», ha advertido Gonzalo Delacámara, economista y director académico del Foro de la Economía del Agua.

Por eso, el actual desafío de España en gestión de aguas “no es el abastecimiento de la población sino el tratamiento de aguas residuales” con contaminantes provenientes de la agricultura, la cosmética, la farmacéutica -como ibuprofeno y paracetamol-, y de los detergentes para limpieza que “aparecen en pequeñas trazas en el agua de consumo”.

Nuevo plan de gestión

El desafío de España en gestión de aguas “no es el abastecimiento de la población sino el tratamiento de aguas residuales” con contaminantes provenientes de la agricultura, la cosmética, la farmacéutica y de los detergentes

La propia Comisión Europea ha indicado el camino a seguir tras imponer a España una multa de 46,5 millones de euros por el “tratamiento deficiente” de estas aguas porque “no somos conscientes de los riesgos de nuestro modelo productivo”.

Delacámara ha insistido en que es preciso un nuevo plan de gestión enfocado a “la lucha contra la desertificación, la conservación de la diversidad biológica, la restauración de ecosistemas acuáticos y la economía circular en el ciclo urbano del agua”, con medidas como “la conversión de plantas depurativas residuales en fábricas de agua que permitan reutilizar” este recurso hídrico.

Entre los ejemplos de contaminantes, se ha referido a los óxidos de nitrógeno arrastrados por las precipitaciones atmosféricas para cuyo procesamiento “no estamos preparados” y que aparecen en la red de alcantarillado y luego en la planta de tratamiento porque “hemos sellado el suelo, hemos anulado la capacidad natural de drenaje”.

Delacámara califica la política tradicional española de gestión del sector como “muy sesgada hacia el lado de la oferta” y “muy ingenieril”, al generar incentivos para promover infraestructuras que permitan el abastecimiento de agua, pero que después no facilitan su uso eficiente ni permiten conservar el recurso.

Estado de las depuradoras

Asesor para las políticas de agua tanto de la Comisión Europea como de la OCDE, este experto ha señalado que el 23 % de las plantas depuradoras españolas han quedado “obsoletas”, otro 25 % están sobredimensionadas “y un 31 % están “insuficientemente mantenidas por falta de recursos” e incluso algunas de ellas, desconectadas “ante el coste energético” que supone mantenerlas en marcha.

Otro reto al que se enfrenta el Gobierno, ha indicado, es a “la ausencia de principios generales de regulación” para los 2.500 operadores que prestan el servicio en 8.100 municipios, así como “las consecuencias de la falta de inversiones para renovar una red obsoleta en un 40%”.

Este especialista concluye que “no podemos dejar el agua sólo en manos de ingenieros, economistas o biólogos” ya que eso es lo que genera el actual “modelo excluyente” y aboga por incluir “a la sociedad civil, al sector público y privado”, además de coordinar políticas sectoriales.

Para analizar a fondo los desafíos del sector, el Foro de la Economía del Agua celebrará su tercera y última jornada de este año el jueves 24 de noviembre, con participación de la ex primera ministra de Noruega y enviada especial de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, Gro Harlem Brundtland, y la responsable de la Iniciativa de Gobernanza de Agua de la OCDE, Aziza Akhmouch, entre otros invitados.

Fuente:
Efeverde

 

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