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La recuperación económica en general seguirá estando considerablemente influida por la pandemia, y las medidas para hacer frente a una «segunda ola» limitarán las expectativas de crecimiento.

Continúa la incertidumbre en el mercado mundial del reciclaje por la pandemia de la COVID-19

Hace ya más de seis meses que la COVID-19 comenzó a dominar los titulares de todo el mundo. Las respuestas a la pandemia se han ido modificando con el tiempo y ha variado de un país a otro. Por esta razón, el Bureau of International Recycling (BIR) ha tratado de proporcionar actualizaciones regulares sobre el impacto del virus en los mercados de reciclaje a nivel mundial, con la última información de los expertos de dicha entidad.

Las operaciones de la industria han vuelto a la normalidad en China, pero todas las miradas están ahora puestas en cómo los procedimientos de importación y exportación podrían verse afectados bajo el nuevo sistema de calificación de «materiales reciclados» para el cobre, el latón y las aleaciones de aluminio fundido. El gobierno chino aún no ha anunciado oficialmente todos los detalles, pero varias de las principales compañías navieras ya han confirmado que ya no aceptarán reservas para «chatarra». Como se ha señalado anteriormente, las empresas que exportan chatarra metálica a China deben cumplir todos los procedimientos vigentes hasta que se modifiquen las normas, incluido el registro en la AQSIQ y el sometimiento a inspecciones previas al envío.

En México, donde los casos de COVID-19 siguen aumentando, se está permitiendo a las industrias seguir operando y las empresas privadas están adoptando todas las medidas de seguridad que cada una de ellas pueda concebir y costear. La generación de chatarra de metales no ferrosos está mejorando gradualmente, pero no al ritmo de la demanda. Durante los primeros meses de la pandemia, la mayoría de los consumidores mexicanos de chatarra detuvieron las nuevas compras y redujeron sus inventarios, pero ahora se dan cuenta de que la disponibilidad de chatarra es bastante escasa cuando intentan aumentar la producción.

En muchos países, la industria de la chatarra ferrosa está viendo ahora muy poco impacto de la COVID-19, aunque sigue habiendo problemas en el mercado de la India, que acaba de establecer un récord de aumento de los casos de coronavirus en un solo día. La información recibida del sector de la chatarra electrónica también sugiere que el negocio de la mayoría de los operadores ha vuelto casi a la normalidad.

Sin embargo, la recuperación económica en general seguirá estando considerablemente influida por la pandemia, incluso en los países que han superado el pico de infecciones, por la preocupación por una «segunda ola». En la mayor economía de Europa, Alemania, por ejemplo, se ha registrado un aumento de los casos notificados desde mediados de julio, en parte como resultado de un mayor número de viajes durante el período de vacaciones y también de un menor nivel de disciplina. Sin embargo, en la actualidad la situación parece estar en gran medida controlada.

Muchos indicadores de mercado muestran un aumento estable de los niveles de actividad en las principales industrias, como los sectores de la construcción y los electrodomésticos, que son tan importantes para, por ejemplo, los productores de acero inoxidable y, por consiguiente, para sus proveedores de materias primas. Sin embargo, dado que los gobiernos están adoptando actualmente todas las medidas posibles para evitar la mencionada «segunda ola», esto limitará las nuevas expectativas de crecimiento.

Entre los productos básicos no metálicos cubiertos por el BIR, los mercados de textiles usados han ido mejorando lentamente. Los volúmenes que se están recogiendo actualmente pueden encontrar mercado, pero los precios siguen estando alrededor de un tercio por debajo de los niveles anteriores a la COVID-19. Sigue habiendo mucha incertidumbre en el mercado y la demanda no es suficiente para reducir las existencias acumuladas durante los períodos de bloqueo; de hecho, se estima que los niveles de las existencias son alrededor de tres veces más altos de lo normal para esta época del año. Las perspectivas para los próximos meses siguen siendo muy inciertas y dependerán en gran medida de la evolución de la COVID-19 y de las reacciones de los distintos gobiernos. Los riesgos a la baja para los mercados siguen siendo muy elevados, y no se prevé ningún potencial alcista para los próximos meses.

La incertidumbre también domina el sector mundial de los plásticos, aunque la información recibida de Europa sugiere que el mercado está mejorando y que la demanda de materiales reciclados está aumentando. Los precios siguen siendo bajos a pesar del aumento del valor del petróleo y de la materia prima. En los últimos meses también se ha producido una ligera mejora en el Extremo Oriente, pero las condiciones son cada vez más difíciles para la industria de los residuos de plástico porque los precios no se ajustan a los precios objetivo de los clientes.

Otro desafío es que las compañías navieras no están aceptando la chatarra de plástico para Hong Kong debido a la prohibición de importar residuos sólidos. También son cautelosas con los posibles cambios en las normas de importación de residuos de plástico en Hong Kong para cumplir con el Convenio de Basilea a partir del 1 de enero del próximo año.

Además, para cualquiera que viaje a Hong Kong desde Europa, las medidas para la realización de pruebas y cuarentenas son muy estrictas, lo que también está desincentivando los viajes.

En lo que respecta a los neumáticos y el caucho usados, hay una demanda creciente en China, pero el mercado europeo es menos activo, y los precios siguen siendo más bajos a pesar del aumento mencionado del precio del petróleo y de las resinas vírgenes. Sigue siendo difícil conseguir en Europa suficientes neumáticos fuera de uso para satisfacer la creciente demanda asiática de caucho para reciclar  y no se prevé ninguna mejora durante el resto del año debido a la drástica repercusión que tiene en los volúmenes de recolección de la mayoría de los países el hecho de que haya muchos menos automóviles y camiones en las carreteras.

En muchas partes de Europa, los niveles de recogida de papel y cartón han sido bajos últimamente debido a las vacaciones de verano; con la elevada demanda de las fábricas, esto ha creado condiciones comerciales razonablemente buenas. Se han observado altos niveles de demanda en Indonesia, la India, Tailandia, Vietnam y China. Las fábricas europeas, en cambio, han visto disminuir los pedidos; además, siguieron produciendo durante el período de cierre y, por lo tanto, han tenido que vender sus existencias.

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