Para fomentar su uso, estos ceniceros permiten hacer votaciones –en este caso, qué equipo ganara la Champions League–, y su objetivo es llamar la atención de los fumadores para “desmecanizar” un gesto como es el de tirar la colilla al suelo.

Ceniceros transparentes para llamar la atención sobre el problema de las colillas en Madrid
Los nuevos ceniceros son transparentes y permiten hacer votaciones y encuestas para fomentar su uso

Hubbub es una empresa británica que aporta nuevos enfoques a la comunicación de problemas medioambientales. Uno de sus proyectos consiguió pasar de prototipo a ser viral en las redes sociales y de ahí a convertirse en un producto que ya se utiliza en ciudades de Gran Bretaña, Corea del Sur, Canadá, Bélgica, EE.UU., Francia, Japón, Suiza, Dinamarca, Indonesia, Alemania e Italia. Ese proyecto es el que ahora se puede ver en algunas calles de Madrid: un cenicero transparente en el que los viandantes pueden apagar su cigarro participando en variadas encuestas (la inscripción es intercambiable).

Se trata de un cenicero que hace uso de la teoría del ‘nudge’ (que podría traducirse como ese codazo leve que se da para llamar la atención). Esta aproximación se aplica a las políticas públicas para, mediante el refuerzo positivo y los incentivos, lograr cambios de hábitos de una manera más eficaz que las multas, las prohibiciones o la implantación unilateral de obligaciones.

El objetivo del Ayuntamiento es utilizar herramientas como el cenicero en el que se puede votar, las señales cívicas o los ceniceros portátiles para poner atención sobre el hecho de que, mientras consideramos improcedente tirar un envoltorio o una lata al suelo, nos parece socialmente aceptable arrojar una colilla, olvidando que estamos creando un problema medioambiental.

El objetivo es “desmecanizar” un gesto que realizamos de manera automática, que hacemos ‘sin querer’, para traerlo al terreno de la consciencia llamando la atención sobre él. Y es que en Madrid se tiran al suelo 500.000 colillas cada día. Conviene recordar que las 64.000 papeleras que hay en las calles de Madrid ya disponen de ceniceros.

Esta experiencia piloto se está desarrollando en cuatro puntos de la capital, y si la prueba contribuye a reducir el número de colillas en los lugares donde han sido instalados los ceniceros, se estudiará su ampliación a más zonas.

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