El proyecto REBIO pretende dar una solución tecnológica a la gestión de los plásticos biodegradables mediante la aplicación de nuevas tecnologías en la fase de reciclado mecánico.
Anualmente se consumen toneladas de plásticos que en su mayoría proceden del petróleo y que una vez desechados pueden llegar a tardar más de 1.000 años en descomponerse. Para mitigar el impacto que tienen sobre el planeta ese consumo de recursos y la generación de sus residuos, la industria del plástico está continuamente buscando soluciones que sean más respetuosas con el medio ambiente y que mantengan las mismas prestaciones de versatilidad y resistencia que tienen los plásticos tradicionales. Una de estas soluciones es el uso de los bioplásticos, materiales derivados de fuentes renovables o que pueden ser asimilados más fácilmente por el medio ambiente.
El uso de estos nuevos materiales da lugar a la producción de residuos asociados a sus procesos de transformación en la industria o a los productos que se fabrican a partir de ellos y llegan a su fin de vida. En este contexto y para gestionar de una forma sostenible estos residuos, surge el proyecto REBIO, cuyo objetivo es desarrollar nuevos productos a partir de rechazos de producción y residuos posconsumo de plásticos biodegradables aplicando criterios de economía circular.
En definitiva, durante esta investigación la empresa de reciclado de plásticos Inserplasa y las entidades que trabajan con ella generarán y aplicarán las tecnologías más ecoinnovadoras de gestión de residuos, reciclado y procesado para lograr el cierre de ciclo de los materiales, que evitará que los residuos de bioplásticos acaben en el vertedero y hará posible que se aprovechen como un nuevo recurso.
Financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, el proyecto REBIO (2016-2018) está liderado por la ya mencionada empresa Inserplasa, y cuenta con la participación de los Centros Tecnológicos Gaiker-IK4 y Aimplas y de la empresa Plásticos Romero, fabricante de bolsas y films de altas prestaciones en base a bioplásticos.
La labor de Gaiker-IK4 dentro del proyecto REBIO, como experto en reciclado mecánico y en el tratamiento de corrientes de materiales procedentes de residuos, será la de proveer las tecnologías para identificar y clasificar los diversos materiales que hay en los residuos posconsumo y obtener una fracción de material con unas características que permitan su reprocesado e introducción en nuevas aplicaciones como cajas de fruta, tuberías de riego, etc.