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Se trata de un subproducto importante y poco aprovechado, a pesar de su contenido en compuestos bioactivos como polifenoles y carotenoides, de importancia para la salud humana por sus múltiples efectos biológicos como antioxidantes.

mangos
La piel del mango es un subproducto de gran interés para la agroindustria. Foto: visualdensity en Flickr (cc)

Un grupo de ingenieros agroindustriales ha logrado extraer, a través de dos procesos, compuestos bioactivos de la cáscara de mango que sugiere la potencialidad de este residuo para la agroindustria. Las frutas y hortalizas han sido de gran interés no solo como fuentes de sustancias biológicamente activas debido a sus propiedades antioxidantes, sino también por las características de los residuos que se originan en su procesamiento.

El mango es un claro ejemplo de estas frutas. En Colombia, durante el 2012, se produjeron 311.920 toneladas, el 0,6% de la producción mundial. Sin embargo, durante el procesamiento industrial del mango la piel es un subproducto que se genera en grandes cantidades. Según el profesor de la Universidad de Nacional de Colombia (UN) Hugo A. Martínez, doctor en Ingeniería, se trata de “un subproducto importante y poco aprovechado, a pesar de su contenido de compuestos bioactivos como polifenoles y carotenoides, de importancia para la salud humana por sus múltiples efectos biológicos como antioxidantes”.

En los procesos de extracción de estos compuestos se encuentran los que utilizan CO2 en estado supercrítico, una sustancia segura y no tóxica, así como no inflamable y de bajo costo. Por ello, el profesor Martínez, en compañía de la ingeniera agroindustrial María del Pilar García y el investigador Fernando Cabral, de la Universidad Estadual de Campinas (Brasil), desarrollaron un trabajo para aprovechar el residuo agroindustrial del mango en la obtención de extractos bioactivos con utilización como solventes de CO2 supercrítico y etanol presurizado.

“Las muestras de piel de mango fueron obtenidas como residuo de una industria procesadora local del Valle del Cauca (Colombia), las cuales fueron liofilizadas, y posteriormente molidas y refrigeradas. Se emplearon como solventes dióxido de carbono y etanol”, afirma el docente.

El contenido de carotenoides totales fue dependiente del solvente, el más alto para solventes de CO2 supercrítico (5.604 μg de carotenoides/g. ext.) en comparación con el etanol presurizado (358,57 μg carotenoides/g. ext.).

Los rendimientos de extracción con CO2 supercrítico fueron del 1,46% mientras que para el etanol presurizado fue del 34,78%, siendo este último el proceso con la extracción de mayor rendimiento.

“El análisis de los extractos demostró que la combinación de métodos de extracción permitió obtener resultados significativos para la obtención de compuestos activos y sugiere la potencialidad de este residuo agroindustrial para su uso en la obtención de compuestos de valor agregado”, concluye el experto.

Algunas investigaciones adicionales con este mismo residuo se han orientado a emplear técnicas de extracción novedosas como uso de ultrasonido y de microondas.

Estos proyectos fueron desarrollados con colaboración de los ingenieros agroindustriales de la UN Luisa F. Corrales, Óscar Freyre, Roger Estrada y Felipe Ruiz.

Los estudios permitieron establecer que los procesos de extracción fueron eficientes en la obtención de extractos con apreciables cantidades de sustancias benéficas para la salud como los polifenoles. Además, presentaron actividad antioxidante comparable a productos comerciales.

Fuente:
DiCYT

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