Un equipo internacional de científicos ha publicado un estudio que pone de relieve que los antibióticos administrados al ganado pueden afectar profundamente a un ecosistema, con mayores emisiones de metano de sus excrementos, así como cambiar la población microbiana en los intestinos de los escarabajos peloteros.

En Proceedings of the Royal Society B, la revista de la Sociedad Real de Biología del Reino Unido, el equipo internacional formado por científicos de Estados Unidos, Reino Unido, Finlandia y Suecia informa que el uso de antibióticos en la agricultura podría derivar en «un conjunto de efectos ecológicos involuntarios encadenados». Normalmente, al ganado se le administra antibióticos para prevenir enfermedades y estimular el crecimiento de los animales.

El equipo de investigación trató al ganado con y sin un antibiótico de amplio espectro, la tetraciclina. Analizaron las comunidades microbianas tanto en excrementos como en escarabajos peloteros recogidos del campo. Examinaron los efectos de los antibióticos sobre el tamaño de los escarabajos y su número y analizaron los gases de efecto invernadero liberados por los excrementos de las vacas.

Nos sorprendió encontrar un gran aumento en la emisión de metano en los excrementos.

El equipo descubrió que los excrementos de las vacas tratadas liberaron casi dos veces más metano que los de las vacas no tratadas. Además, los niveles de óxido nitroso se elevaron, mientras que las emisiones de dióxido de carbono fueron similares entre los dos tratamientos. «Nos sorprendió encontrar un gran aumento en la emisión de metano en los excrementos», comentó Tobin Hammer de la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos. «Creemos que el tratamiento con tetraciclina favorece el crecimiento de las arqueas metanógenas en el tracto intestinal de las vacas al reducir las bacterias presentes en el intestino».

Otro hallazgo importante fue que los antibióticos también provocaron un cambio en la composición de los microbios del intestino de los escarabajos que se alimentaron del estiércol del ganado. Anne Lizé, investigadora de la Universidad de Rennes 1, de Francia, comentó que aunque estos cambios no mataron a los escarabajos, ni afectan a su crecimiento ni les impiden reproducirse, sí que podrían alterar tanto su comportamiento como su sentido del olfato. «La alteración de la microflora podría desembocar en efectos conductuales indirectos no sólo en el organismo de interés, aquel al que se le ha administrado un antibiótico, sino también en las comunidades relacionadas que viven en él o en su entorno», afirmó. Sin embargo, conviene aclarar que estos cambios no se observaron directamente en el estudio.

Los descubrimientos de los científicos también indican que el uso extensivo de antibióticos en la agricultura puede llevar a una resistencia a estos, considerada un problema creciente y urgente por la Organización Mundial de la Salud. Argumentan que el uso de antibióticos puede favorecer la evolución de la resistencia a los antibióticos entre patógenos y la propagación de genes antibióticos hacia las zonas circundantes.

Tras la publicación del estudio, el equipo de investigación demanda ampliar los estudios para comparar los efectos de los excrementos (y eructos de las vacas) sobre las emisiones de gases de efecto invernadero, así como para estudiar «el alcance global y las consecuencias que acarrea el uso de antibióticos en la producción ganadera».

Fuente: Cordis

Deje una respuesta

Queremos saber si no eres un bot *