La norma establece los requisitos que debe cumplir un producto para ser desechado por el inodoro, así como el etiquetado que informa al consumidor sobre su correcta gestión.
La Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa), que engloba a los principales fabricantes de toallitas y papel higiénico húmedo, ha presentado un conjunto de medidas, entre las que se incluye el “Código de Buenas Prácticas de etiquetado de Toallitas y Papel Higiénico Húmedo”, que obligan a los productores a mejorar la evaluación técnica de los productos y a armonizar la información al consumidor según la Norma UNE sobre productos desechables por el inodoro.
Val Díez, directora general de Stanpa, destacó que “el objetivo es reforzar el compromiso del sector con el medio ambiente, haciendo obligatoria una norma que ofrece una información clara al consumidor sobre cómo desechar correctamente los productos”, e insistió en que “de manera general las toallitas siempre deben tirarse a la papelera”.
Díez explicó que “solo el papel higiénico húmedo, que tendrá que pasar hasta cinco pruebas para asegurar su degradabilidad, podrá desecharse por el inodoro”.
Esta distinción vendrá indicada de manera armonizada en el etiquetado de todos los productos con dos tipos de logos claramente diferenciables.
Desde Stanpa admiten que la diversificación de opciones presentes en el mercado y la no existencia de estándares o criterios armonizados que el consumidor pudiera interpretar con facilidad, han llevado a la confusión en cuanto a su correcto desechado.
Las diferencias entre conceptos como biodegradable o dispersable han acrecentado esa confusión. Val Díez explicó que “las toallitas se comportan como una manzana: aunque sean biodegradables, si las echas al inodoro, se atasca”.
La Norma UNE 149002:2019, un estándar pionero
Con el fin de dar una respuesta eficaz a la problemática de los atascos en los sistemas de saneamiento, la Asociación Española de Normalización (UNE), a través de su Comité de Ingeniería del Agua, publicó en febrero de 2019 la Norma 149002:2019 sobre productos desechables en el inodoro. Esta norma, coordinada por la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS), contó además con la participación de los fabricantes de papel higiénico seco y húmedo, toallitas y diferentes expertos en ingeniería y medioambiente, incluyendo a Stanpa.
Tras un trabajo que ha durado varios meses y el consenso de los participantes, la Norma, pionera en Europa, incorpora estándares más ambiciosos y establece unas reglas claras y compartidas a seguir por los productores de toallitas, papel higiénico húmedo y otros productos desechables. Estos deben superar hasta cinco ensayos que acrediten que cumplen con los criterios de aceptación en materia de composición, sedimentación, dispersión, desintegración y biodegradación. Por ejemplo, los productos no deben contener materiales sintéticos en su composición.
Asimismo, la norma establece el marcado, etiquetado y los mensajes que se deben utilizar en los productos que cumplan con el estándar, para asegurar que sólo acaben en el inodoro aquellos que efectivamente sean desechables.
El Código Stanpa de Buenas Prácticas
Más allá de la elaboración del nuevo estándar, la industria fabricante da un paso adelante a través de la publicación de un Código de Buenas Prácticas que compromete al sector.
Mediante este compromiso, las empresas asumen como obligatoria la referencia de la Norma UNE 149002: 2019. Autocontrol de la publicidad, organismo independiente de autorregulación, será la entidad responsable de velar por el cumplimiento del código.
Fernando Morcillo, presidente de AEAS, destacó que “el convertir la norma UNE voluntaria en un referente obligado es un salto cualitativo excepcional y admirable, y una muestra de compromiso del sector de toallitas en avanzar hacia la solución de los problemas de los atascos en el alcantarillado”.
Hasta el momento, el Código de Buenas Prácticas ha sido firmado por la práctica totalidad de compañías y grupos cosméticos que comercializan toallitas y papel higiénico húmedo. Con el fin de adaptar sus procesos y productos, contarán con un plazo de 18 meses para implementar el nuevo etiquetado y comunicaciones publicitarias, lo que será evaluado bajo la supervisión de Stanpa y Autocontrol.