La Eurocámara aprueba varias iniciativas en relación con el reciclaje de residuos, los envases, el vertido y el desperdicio de alimentos.

La Eurocámara aprueba objetivos de reciclaje más ambiciosos

El Parlamento Europeo aprobó ayer un proyecto legislativo para aumentar el porcentaje de residuos reciclados hasta el 70% en 2030, desde el 44% actual. Los eurodiputados también plantean limitar el porcentaje de vertidos, por su gran impacto ambiental, al 5%, y reducir a la mitad el desperdicio de alimentos en 2030. La Eurocámara comenzará ahora a negociar los textos con el Consejo de Ministros.

Según datos de Eurostat, en 2014 el 44% de la basura municipal en la UE fue reciclada o destinada a compostaje; en el caso de España, la tasa se reduce hasta el 30%. En 2004 el porcentaje europeo estaba en el 31% y el objetivo es alcanzar el 50% en 2020.

La eurodiputada italiana Simona Bonafè, responsable de la tramitación parlamentaria del paquete legislativo, destacó el compromiso de la Cámara con la economía circular. Apuntó que la demanda de materias primas puede aumentar hasta un 50% en los próximos quince años y consideró que, para frenar esa tendencia, debemos adoptar un modelo de desarrollo basado en mantener los materiales y su valor en circulación.

Reutilizar, reciclar y recuperar son ya palabras esenciales, en torno a las cuales debemos construir un nuevo paradigma para promover la sostenibilidad, la innovación y la competitividad, para que los residuos dejen de ser un problema y se conviertan en un recurso”, explicó Bonafé.

Residuos, envases y vertidos

En 2030, al menos el 70% del peso total de los residuos municipales (procedente de hogares y empresas) deberá ser reciclado o preparado para ser reutilizado (es decir, comprobado, limpiado o reparado). El Europarlamento establece así un objetivo más ambicioso que la Comisión, que propuso el 65%.

En cuanto al material de envases y embalajes, como papel y cartón, plástico, vidrio, metal y madera, los eurodiputados quieren que el 80% sea reciclado en 2030, con objetivos intermedios para 2025 para cada material.

En la UE, alrededor de 89 millones de toneladas de comida, equivalentes a 180 kilos por persona, acaban cada año en la basura

Por otro lado, el proyecto de la Comisión limita al 10% el porcentaje de residuos municipales que en 2030 podrán acabar en vertederos. Los eurodiputados quieren reducirlo al 5%, aunque con una posible extensión de cinco años, bajo ciertas condiciones, para los países en los que los vertidos representaban más del 65% de la basura municipal en 2013.

Residuos de alimentos

En la UE, alrededor de 89 millones de toneladas de comida, equivalentes a 180 kilos por persona, acaban cada año en la basura. La Eurocámara aspira a reducir el desperdicio de comida en un 30% en 2025 respecto a 2014, y dejarlo en la mitad en 2030. Propone disminuir en el mismo porcentaje los residuos marinos.

Por su parte, el eurodiputado catalán Francesc Gambús intervino en el Pleno de la Eurocámara para recalcar que «la economía circular no es simplemente la modificación de cuatro directivas relacionadas con la ecología, sino una poderosa herramienta de lucha contra el cambio climático», y la definió como «un cambio de modelo económico y de producción».

Gambús, que ha sido portavoz del grupo del Partido Popular Europeo en uno de los informes sobre la economía circular y presento algunas enmiendas al paquete legislativo, celebró la aprobación del mismo, que «constata que tenemos un reto planetario como el cambio climático y que nos obliga a tomar acciones urgentemente».

El objetivo, tal como dijo el europarlamentario catalán, es avanzar en la «reindustrialización de Europa, ayudar a la creación de nuevos puestos de trabajo y consolidar un crecimiento económico mucho más sostenible, de bajas emisiones y adaptado a los compromisos alcanzados en la COP 21″.

El eurodiputado del Partido Popular Europeo puso como paradigma de economía circular el polígono de Bufalvent, en Manresa, que «está estableciendo unas prácticas empresariales de cooperación en la gestión de residuos que lo están convirtiendo en un polígono totalmente circular».

170.000 empleos directos

Países como Chipre, Croacia, Grecia, Letonia y Malta todavía envían a los verteros más del 75% de su basura municipal

A través de una enmienda presentada por Gambús que fue aprobada por el Pleno, se reclaman medidas para promover el papel de las empresas de economía social en el sector de la reutilización y se reconoce la función de estas organizaciones, porque, como dijo en declaraciones posteriores, «ayudan a la reinserción de personas en el mundo laboral, a través de la recogida y reutilización de objetos y materiales».

«No sólo esperamos construir entorno favorable para la creación de más de 170.000 empleos directos hasta 2035, sino que estos sean de calidad», añadió.

Después de la votación, Gambús recalcó que esta transición de una economía lineal a una circular permitirá reducir «entre un 2 y un 4% las emisiones de gases de efecto invernadero» y supondrá un ahorro «para las empresas de unos 600.000 millones de euros cada año«, ya que «Europa cada año pierde unos 600 millones de toneladas de materiales que actualmente son desechados como residuos y que, sin embargo, podrían ser reciclados o reutilizados».

Los informes aprobados ayer por el pleno fijan la posición que el Parlamento defenderá ante el Consejo. Los ministros todavía no han adoptado su posición.

Grandes diferencias entre países

En 2014, Austria, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Holanda y Suecia prácticamente no mandaron residuos municipales a vertederos, mientras que Chipre, Croacia, Grecia, Letonia y Malta todavía vierten más del 75% de su basura municipal.

Aunque la gestión de desechos en la UE ha mejorado considerablemente en las últimas décadas, al menos una tercera parte de los residuos municipales todavía termina en vertederos y menos de la mitad se recicla o usa como abono, con amplias diferencias entre estados miembros.

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