Las empresas españolas implantaron en 2015 más de 3.700 medidas para hacer sus envases más sostenibles. Una lata de refresco pesa hoy un 18% menos que hace casi dos décadas.

Las empresas españolas toman cada día más medidas para reducir el impacto ambiental que produce su actividad. En este sentido, Ecoembes presentó en el marco de la Semana Europea de la Prevención de Residuos los datos del primer ejercicio del VI Plan Empresarial de Prevención (2015-2017).

Durante 2015, un total de 2.172 compañías, de las cuales el 62% son pymes, implantaron 3.748 medidas de ecodiseño, 556 más que en 2012. Un hecho que demuestra la importancia que tiene la prevención de cara a los valores que representa la economía circular.

La reducción del peso de los envases es la acción que más aplican las compañías. Así, desde 1999, cuando Ecoembes puso en marcha los planes de prevención, se ha logrado reducir en un 17,7% el peso de los mismos. Ejemplo de ello son las botellas de PET de aceite y las latas de aluminio de refrescos, que se han aligerado un 15% y un 18%, respectivamente

Otra mejora en la que se han centrado las empresas ha sido el rediseño, con el objetivo de facilitar su reciclaje y maximizar el aprovechamiento del producto. La supresión de embalajes innecesarios, la reducción del impacto ambiental –eliminando tintas y metales pesados en la elaboración de envases–, así como el uso de materiales reciclados para fabricar nuevos productos, son otras de las medidas de ecodiseño en las que se está trabajando.

Las empresas españolas aplicaron 3.700 medidas de ecodiseño en 2015
Los envases se diseñan para mejorar sus prestaciones y reducir su impacto ambiental. Foto: RESIDUOS PROFESIONAL

“Estos datos son un reflejo del elevado compromiso que las empresas españolas tienen con el cuidado del medio ambiente. El ecodiseño es el origen de la cadena de reciclaje y permite minimizar el consumo, así como las emisiones y los vertidos”, asegura Óscar Martín, consejero delegado de Ecoembes.

Por sectores, del total de medidas de prevención implantadas en 2015, el 55% corresponde al sector de la alimentación, seguido del sector del cuidado personal y del hogar, así como el del equipamiento del hogar (17%). A continuación, se encuentran las empresas dedicadas al motor y al ocio (6%), y las de textil y piel (5%).

Ahorro de recursos y reducción de emisiones

Gracias a la implantación de todas estas medidas se han conseguido numerosos beneficios medioambientales. Así, las acciones desarrolladas durante 2015 han supuesto un ahorro de más de 25.000 toneladas de materias primas. Una cifra que asciende a las 476.000 toneladas ahorradas si se atiende al inicio de estos planes, a través del desarrollo de más de 40.000 medidas de prevención.

Gracias a estas medidas de prevención las empresas ahorraron el año pasado más de 25.000 toneladas de materias primas

También se ha evitado la emisión de más de 65.771 toneladas de CO2 a la atmósfera, así como el ahorro de cerca de 512.465 MWh de energía y de 7.534.893 m3 de agua.

“Es fundamental trabajar desde la prevención antes de que se genere el residuo. Solo así conseguiremos implantar un modelo de desarrollo sostenible basado en la economía circular”, asegura Martín. “Llevamos 18 años asesorando a las empresas, con el objetivo de que reduzcan su huella ambiental a través de este tipo de medidas”, añade.

Apuesta por la innovación

En lo relativo al ecodiseño, el objetivo de estas iniciativas es alcanzar una reducción total del 20% del peso medio de los envases en 2020, mejorar su reciclabilidad e incorporar materiales reciclados en los nuevos que se produzcan.

Todo ello apostando por la innovación a través de diferentes iniciativas, como el primer Laboratorio de Economía Circular en Europa, que se pondrá en marcha en 2017 y tendrá sede en La Rioja. Este espacio se convertirá en un entorno de experimentación real para validar las mejores prácticas en el ámbito del envase y su posterior reciclado. En él se trabajarán diferentes líneas de investigación, entre las que destaca el ecodiseño y la implementación de tecnología en los diferentes procesos de la cadena de reciclaje.

“Sin innovación no hay evolución”, explica Óscar Martín, para quien la innovación es “un elemento fundamental para alcanzar un modelo de desarrollo sostenible”.

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