ECO2Brew está diseñado para funcionar sin agua y con un aporte considerablemente menor de energía y, aún así, es capaz de recuperar un mayor volumen de CO2 que otras tecnologías.


Detrás de una caña de cerveza fría se oculta una revolución industrial que, sin estridencias, podría revolucionar la industria cervecera. Las cerveceras de todo el mundo recuperan desde hace casi dos décadas el CO2 generado durante la fermentación para utilizarlo en otras aplicaciones industriales, pero este proceso consume cantidades enormes de energía y agua.

Union Engineering, una empresa dinámica de Dinamarca, ha desarrollado un método de fermentación ingenioso y mucho más respetuoso con el medio ambiente al que han denominado ECO2Brew. La iniciativa se basa en una tecnología avanzada de recuperación del CO2 y se puso en marcha en el proyecto financiado con fondos europeos FICOB («Full-scale implementation of innovative CO2 recovery plant for use in breweries»).

Gracias a ella es posible capturar el CO2 que se genera en las cisternas de fermentación para destinarlo al proceso de carbonatación de refrescos en otras líneas de producto e incluso otras fábricas. ECO2Brew está diseñado para funcionar sin agua y con un aporte considerablemente menor de energía y, aún así, es capaz de recuperar un mayor volumen de CO2 que otras tecnologías.

El equipo de Union Engineering se embarcó en una asociación mixta con la cervecera danesa Carlsberg para llevar a la práctica en 2012 la nueva tecnología.

«Destinamos los primeros seis a ocho meses a ensayos en la zona de producción de CO2 de Carlsberg -explicó Michael Mortensen, responsable jefe de ventas de Union Engineering-. La fase de ensayo y los últimos ajustes resultaron claves para preparar su comercialización en el sector».

Una planta de ECO2Brew capaz de producir mil kilogramos a la hora ahorra unos cuatro mil seiscientos metros cúbicos de agua al año y reduce el gasto energético en un veinte por ciento, según explicó Mortensen.

«Este proyecto nos ha brindado la oportunidad, gracias al apoyo del fondo de eco-innovación de la Unión Europea, de desarrollar una tecnología nueva y revolucionaria para la industria de los alimentos y las bebidas, un sector ya maduro en muchos sentidos», añadió.

En otoño de 2012 se inauguró la primera planta ECO2Brew en la planta cervecera de Carlsberg en Dinamarca y tanto Union Engineering como la propia Carlsberg quedaron muy complacidas con los resultados. Los test a escala real realizados por Union Engineering mostraron que el ahorro esperado de agua y energía resultaba fácil de conseguir.

«Estamos tremendamente satisfechos con la planta, pero es aún más importante que lo esté Carlsberg -afirmó Mortensen-. Carlsberg nos acaba de encargar una planta adicional de ECO2Brew en Finlandia, lo cual consideramos como un espaldarazo al proyecto».

Para Carlsberg, la captura de una cantidad considerablemente mayor de CO2 genera beneficios para su planta de embotellamiento de refrescos anexa y además permite ahorrar agua y energía. La tecnología además resultará positiva para la sociedad en general al impulsar la competitividad europea en este sector y generar puestos de trabajo.

«Un proyecto como este nos permite ampliar nuestra actividad y crear oportunidades de empleo», afirmó Mortensen.

Además, la lista de cerveceras interesadas -cada vez más larga- en esta tecnología nueva no hace sino afianzar la posición de Union Engineering como empresa pionera en la fabricación de cerveza respetuosa con el medio ambiente.

«Mostraremos ECO2Brew este año en Drinktec, a celebrar en Múnich, Alemania, una de las ferias comerciales de mayor tamaño del sector a nivel mundial», informó Mortensen.

Hasta entonces son las revistas del gremio las que ya celebran esta tecnología, que podría otorgar la delantera a Europa en la revolución ecológica de la fabricación de cerveza.

Foto portada: Flickr de adrianpike (cc)

 

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