La finalidad de este proyecto LIFE+, coordinado por CARTIF, es desarrollar una planta de gestión integrada para el tratamiento de tres tipos de residuos: industriales, materiales no reciclables de plantas de tratamiento de residuos y agroalimentarios.


Este objetivo se logrará mediante el desarrollo tecnológico y la aplicación práctica del concepto de planta mixta. Tal desarrollo ayudará a llevar a cabo una nueva estrategia de gestión de los residuos, basada en la separación, pre-tratamiento, reciclado y valorización de los mismos.

Prevención, reutilización, reciclado y eliminación, a través de una planta mixta

Para la valorización de los residuos se integrará un sistema de digestión anaerobia mediante el cual se transformarán los residuos orgánicos en biogás, y un sistema de tratamiento termoquímico de la fracción de residuos plásticos no reciclable mediante pirolisis a baja temperatura. El biogás producido junto con los gases del proceso de pirólisis, se utilizarán como combustibles en un motor de cogeneración alternativo adaptado. Como valor añadido y para completar el cierre de ciclo con el mínimo impacto ambiental, el digerido producido en la fermentación anaerobia se valorizará como fertilizante de liberación lenta, la fracción sólida obtenida en el proceso de pirolisis a baja temperatura se transformará en pellets de carbón y la fracción líquida procedente de la destilación del gas obtenido en el proceso de pirólisis se valorizará en forma de bio-hidrocarburos de segunda generación.

En la actualidad, los procesos de separación, pre-tratamiento y valorización ya se han desarrollado por separado a escala industrial, sin embargo, no existen experiencias donde se evalúen las ventajas medioambientales, energéticas y económicas de su integración en una misma instalación.

Se prevé que el proceso propuesto reduzca los costes de la energía de los residuos orgánicos en un 80 % y de los residuos plásticos en un 15 %. Se estima que el 100 % del digestato puede convertirse en fertilizante. Entre las demás ventajas previstas, destaca la reducción de más del 90 % de las emisiones de sólidos volátiles y de entre el 65-80 % del impacto ambiental asociado a la eliminación de materiales no reciclados en los vertederos.

Los objetivos del proyecto REVAWASTE responden a las directrices que se establecen en la Directiva sobre residuos 98/2008/CE, que fomenta una nueva jerarquía de prioridades para tratar los residuos: prevención, reutilización, reciclado y eliminación.

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