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Representantes de la industria consideran decepcionantes las palabras del primer ministro británico y aseguran que son contradictorias con las políticas del gobierno en materia de residuos.

Boris Johnson cree que el reciclaje de plástico "no sirve"
Boris Johnson, junto a Tanya Steele, de WWF, durante el encuentro sobre cambio climático con niños. Foto: 10 Downing Street (CC BY-NC-ND 2.0)

Las palabras sobre el reciclaje de plástico que pronunció el pasado lunes el primer ministro británico, Boris Johnson, han desatado una nueva polémica en Reino Unido. Según recogen diversos medios del país, Johnson aseguró ante una audiencia formada por niños y niñas que el reciclaje de plástico «no funciona», y abogó por «reducir rápidamente» el consumo de plásticos.

Durante el encuentro, en el que se abordaban cuestiones climáticas, el premier británico calificó el reciclaje como una «maniobra de distracción». «En realidad, solo se puede reciclar el plástico un par de veces -dijo-. Lo que hay que hacer es detener la producción de plástico».

Preguntado por la moderadora del encuentro, Tanya Steele, directora ejecutiva de WWF UK, sobre si no sería necesario también «un poco» de reciclaje, Johnson insistió: «No funciona. No quiero ser doctrinario al respecto, pero las personas que piensan que podemos reciclar nuestros problemas están cometiendo un gran error».

Como era de esperar, sus palabras han causado un gran revuelo, especialmente en las industrias del plástico y su reciclaje, que no han tardado en salir al paso de estas manifestaciones. Simon Ellin de la asociación británica del reciclaje dijo al programa World at One de BBC Radio 4 que los comentarios de Johnson eran «muy decepcionantes» y parecían entrar en conflicto con la política del gobierno, que trabaja actualmente en el desarrollo de sistemas de depósito de envases y de programas de responsabilidad ampliada del productor precisamente para impulsar el reciclaje en el país.

Marcus Gover, CEO del Programa de Acción de Residuos y Recursos (WRAP), afirmó que «el primer ministro tiene razón en que necesitamos hacer más con menos. Eso se aplica tanto a los envases de un solo uso como a cualquier otra cosa. Por supuesto debemos tener cuidado de que no haya consecuencias imprevistas y de que reducir los envases no cause más daño al planeta, por ejemplo a través de más desperdicio de alimentos. Asegurarnos de que el embalaje que necesitamos sea reciclable marca una gran diferencia».

«El reciclaje de envases en el Reino Unido ayuda a limitar el cambio climático, reducir la contaminación y crear puestos de trabajo. Es bueno para las personas, el planeta y el bolsillo», añadió Gover.

Más contundente fue el director ejecutivo del Comité de la Asociación de Reciclaje de Autoridades Locales (LARAC), quien en su cuenta de Twitter acusaba a Boris Johnson de echar por tierra la labor realizada por cientos de responsables de comunicación de los organismos locales en los últimos cinco años.

Por su parte, la Federación Británica de Plásticos emitió un comunicado en el que afirma que «mejorar el reciclaje dentro del Reino Unido es parte de la estrategia del gobierno para lidiar con los residuos plásticos y el reciclaje de plástico reduce las emisiones de carbono y mantiene el material valioso en uso funcional».

«La industria del plástico emplea a 180.000 personas, incluidos los recicladores, que deberían estar orgullosos del papel vital que desempeñan en una economía moderna, innovadora y con bajas emisiones de carbono», concluye la nota.

Incluso un portavoz de Coca-Cola -a la que Johnson aludió expresamente como una de las grandes productoras mundiales de plásticos que acaban en el medio ambiente- salió al paso afirmando que «las soluciones de reciclaje circular son imperativas para crear un camino para mantener el plástico fuera de nuestros entornos naturales».

Por contra, algunos activistas medioambientales sí elogiaron las palabras del primer ministro británico. Sian Sutherland, cofundador de A Plastic Planet, aseguró que en el Reino Unido «se recicla menos del 10%» del plástico. «A pesar de que la industria lo promociona como una solución al problema, todo lo que ha hecho es justificar la sobreproducción y crear una adicción industrial a este material tóxico e indestructible», añadió.

Finalmente, y ante la polémica suscitada por estos comentarios, un portavoz oficial del primer ministro quiso reducir la tensión y afirmó que Johnson sigue animando a la gente a reciclar y que sus sus palabras solo trataban de expresar «que el reciclaje por sí solo no es la respuesta», sino que es necesario «ir más allá y tomar medidas más amplias».

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