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El Gobierno británico asegura que mantiene su compromiso pero quiere «explorar más a fondo» el interés por un sistema de depósito y devolución de envases en un contexto ‘post-Covid’.

Nueva consulta en torno al SDDR en Reino Unido

El Gobierno británico ha lanzado una nueva consulta popular sobre la implementación de un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) para envases de bebidas, que no se pondría en marcha antes de finales de 2024, «como muy pronto».

La consulta afecta a la aplicación del SDDR en Inglaterra, Irlanda del Norte y Gales. Escocia, por su parte, ya ha establecido sus propios planes para implementarlo a partir de julio de 2022, si bien aún debe evaluarse si el impacto de la pandemia afectará a la fecha programada. En cualquier caso, las administraciones trabajarán para garantizar la compatibilidad entre ambos planes.

En realidad es la segunda consulta sobre esta cuestión impulsada por el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales, pues ya realizó una en 2019. Entonces se detectó un amplio interés público por el sistema de depósito de envases, lo que llevó al Ejecutivo a comprometerse a desarrollar un esquema SDDR para 2023.

El Gobierno asegura que sigue comprometido con el cumplimiento de sus compromisos de introducir un sistema de depósito para envases de bebidas, pero argumenta que «la pandemia de la Covid-19 ha perturbado la economía y la sociedad de forma inimaginable, y muchas personas se replantean sus valores, decisiones y prioridades tanto en lo inmediato como a largo plazo». Sobre esta base, esta segunda consulta pretende «ofrecer la oportunidad de explorar más a fondo el verdadero interés por un sistema de depósito y devolución en un contexto ‘post-Covid'».

Responsabilidad ampliada del productor

Por otro lado, y de forma paralela a la cuestión del SDDR, el Gobierno británico también ha abierto una consulta para reformar el sistema de responsabilidad ampliada del productor de envases. Esta nueva consulta se centra en propuestas de políticas específicas para su introducción, incluido el alcance de los costos netos totales, las obligaciones del productor, la gobernanza del esquema, su regulación y los objetivos de reciclaje de residuos de envases.

El objetivo de las propuestas recogidas en esta consulta es crear «un esquema que incentive a los productores a diseñar envases que sean fáciles de reciclar y garantizar que paguen el costo neto total de la gestión de estos envases una vez que se conviertan en residuos», todo ello «en consonancia con el principio de que quien contamina paga».

«Estos nuevos cambios garantizarán aún más que lo que consumimos se recicle y reutilice. Estimularán la creación de alternativas a los plásticos de un solo uso y establecerán reglas consistentes para ayudar a las personas a reciclar más fácilmente en todo el país», ha dicho el secretario de Estado de Medio Ambiente, George Eustice.

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