Se estima que la instalación necesitará una inversión aproximada de 40 millones de euros en 15 años de cara a lograr los objetivos de reciclado recogidos en la Ley de Residuos.

En 2017 finaliza el actual contrato de explotación de la Planta de Recuperación y Compostaje de Valladolid y de gestión del servicio del tratamiento de residuos urbanos en el vertedero. Por ello, Ayuntamiento y Diputación de Valladolid acordaron el pasado lunes, en un encuentro al que asistieron el alcalde y el presidente de la institución provincial, trabajar de forma conjunta en la definición de una nueva estrategia que permita avanzar en la consecución de los objetivos medioambientales que marca la Ley de Residuos (Ley 22/2011), desarrollada en el Plan Estatal Marco de Residuos y en el Plan Integral de Residuos de Castilla y León.

Dichos objetivos suponen que antes de 2020 deberá aumentarse como mínimo hasta un 50% global de su peso, la preparación para la reutilización y el reciclado de residuos domésticos y comerciales. A largo plazo, en 2030, el nivel de reciclado debe superar el 70%, esto es, una tendencia al denominado «vertido técnicamente cero».

El vertedero necesitará también una remodelación para evitar molestias como los olores que afectan a Valladolid y Zaratán

A la Planta de Tratamiento llegan actualmente casi 96 millones de kg de residuos procedentes de la ciudad y 75,8 millones de kg de los municipios de la provincia. El alcalde de Valladolid y la concejala de Medio Ambiente expusieron las principales novedades que, en una próxima licitación pública, se proponen para la nueva gestión de la Planta.

En concreto, se estima que requeriría una inversión de aproximadamente 40 millones de euros en los próximos 15 años, lo que permitiría una recuperación óptima de la fracción orgánica, metal, envases, papel, vidrio, restos de poda, enseres y otros materiales reciclables.

Por otro lado, el depósito de rechazo (vertedero) necesita una remodelación, ya que aunque su vida útil es de al menos 15 años, es precisa su modernización para evitar molestias al entorno, como los olores que están afectando a los municipios de Valladolid y, sobre todo, Zaratán.

Los representantes de las administraciones provincial y municipal mostraron su total acuerdo en los planteamientos tendentes a cumplir los requerimientos legales en 2020, y se emplazaron a una nueva reunión para abordar con detenimiento el estudio de viabilidad del anteproyecto de la planta de tratamiento de residuos para conseguir una implantación progresiva de las medidas. Esta semana tendrá lugar una reunión técnica entre ambas administraciones.

Asimismo, acordaron crear una comisión mixta de seguimiento de la gestión para abrir un proceso de diálogo de cara a realizar una evaluación permanente de la eficiencia del servicio y de la consecución de los objetivos medioambientales.

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