Una investigación de Eunomia para el Centro de Actividad Regional para el Consumo y la Producción Sostenibles revela que el uso combinado del SDDR y la RAP evitaría que miles de toneladas de residuos plásticos terminen en el Mediterráneo.
La introducción de sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR) y de sistemas de responsabilidad ampliada del productor (RAP) son las medidas más exitosas para reducir los residuos de plásticos de un solo uso en la región mediterránea, a la vez que tienen impactos económicos y de empleo positivos. Así lo revela una nueva investigación de la consultora medioambiental internacional Eunomia Research & Consulting, encargada y financiada por el Centro de Actividad Regional para el Consumo y la Producción Sostenibles (SCP/RAC, por sus siglas en inglés).
Eunomia ha colaborado con el SCP/RAC en la elaboración de un documento informativo sobre la producción, el consumo, la gestión al final de su vida útil y los impactos asociados a las botellas de bebidas -incluidos los tapones-, los envases de alimentos, las pajitas y los filtros de cigarrillos en cuatro países: Egipto, Marruecos, Montenegro y Grecia.
Este documento informativo servirá para apoyar el desarrollo de directrices regionales para hacer frente a la contaminación por plásticos de un solo uso en el Mediterráneo, que está preparando el SCP/RAC a petición de las partes del Convenio de Barcelona como parte del Plan de Acción del Mediterráneo. Una vez finalizadas, las directrices se presentarán para su adopción en la reunión de la COP22 del Convenio de Barcelona en diciembre.
El problema de los plásticos marinos en el Mediterráneo es no es nada desdeñable, ya que se calcula que cada año se vierten al mar 229.000 toneladas de basura plástica. A pesar de que solo cubre el 1% del océano mundial, se calcula que el Mediterráneo alberga hasta el 55% de todas las partículas de plástico flotantes del océano, y concentra el 7% de todos los microplásticos del mundo.
La investigación de Eunomia modelizó el impacto socioeconómico y medioambiental de una serie de medidas políticas: SDDR para los envases de bebidas, RAP con cobertura total de los costes de las recogidas de residuos, campañas de información, tasas sobre el consumo y prohibiciones.
Beneficios ambientales y económicos
El informe revela que la introducción de un SDDR sería la medida más exitosa para reducir los residuos plásticos marinos, calculando que evitaría un total de 16.000 toneladas de estos desechos para 2030, además de ahorrar 620.000 toneladas de CO2 equivalente. Esta cifra equivale a las emisiones de unos 240.000 ciudadanos (la población total de los cuatro países estudiados es de unos 150 millones).
Por su parte, los sistemas de responsabilidad ampliada del productor evitarían 10.000 toneladas de residuos marinos, siendo además la medida más impactante en cuanto a la reducción del número de artículos de plástico de un solo uso, reduciendo en un 55% el número de productos cubiertos por la RAP que acaban siendo desechos marinos.
La combinación de ambas medidas, SDDR y RAP, supondría según el estudio una reducción de la basura en el Mar Mediterráneo equivalente a casi 1.700 camiones llenos de residuos de plástico al año.
Tanto el sistema de depósito como la responsabilidad ampliada del productor tendrían también un importante impacto económico positivo. Así, el SDDR podría crear hasta 11.500 puestos de trabajo y ahorraría 15 millones de euros en costes de gestión de residuos, mientras que entre ambas medidas ahorrarían millones de euros en costes medioambientales externos: 2.200 millones de euros en el caso del SDDR y 1.400 millones de euros en el de la RAP.
Como parte del documento, Eunomia hace una serie de recomendaciones para las directrices políticas regionales que debe elaborar el SCP/RAC. Entre ellas se encuentran:
- Mejorar la recogida y separación de residuos, especialmente en las zonas costeras y las vías navegables.
- Prohibir determinados artículos de plástico de un solo uso y gravar otros de forma paralela para maximizar su efecto.
- Implantar un SDDR para los envases de bebidas.
- Implantar sistemas de agua potable y de recarga en todo el país.
- Mejorar la disponibilidad y la recogida de datos.
- Maximizar la clasificación de los plásticos presentes en los residuos no reciclables antes del vertido o la recuperación de energía.
Según Hara Xirou, responsable para el sureste de Europa en Eunomia, «además de un sistema de SDDR y RAP que funcione bien, debe prestarse especial atención a las medidas que impulsen un cambio en el consumo del plástico de un solo uso a alternativas no plásticas y multiuso, como campañas de información, prohibiciones y límites de consumo«.
«El aumento de la reutilización también conduce a la prevención de residuos y a los beneficios de carbono asociados a la reducción de la incineración -añade Xirou-. Estos beneficios compensan significativamente las emisiones adicionales de gases de efecto invernadero producidas por el lavado, y la disminución de los beneficios de carbono del reciclaje, ya que la prevención de residuos reduce las toneladas totales de residuos disponibles para el reciclaje».
Por su parte, Enrique De Villamore, director del SCP/RAC, comenta que «El SCP/RAC trabaja para encontrar formas de prevenir las fugas de plástico en el medio ambiente, en particular en los ecosistemas marinos y costeros, al tiempo que ofrece soluciones innovadoras que mejoran el bienestar social y convierten los posibles retos de la recuperación post-COVID en oportunidades para la transición de los países hacia economías verdes y circulares. La investigación encargada a Eunomia para la preparación de las directrices sobre productos de plástico de un solo uso nos proporciona elementos clave para desarrollarlas y ofrece por primera vez información clave sobre el impacto potencial de las medidas en el sur del Mediterráneo. Esta será una gran contribución del SCP/RAC a las Partes Contratantes de Barcelona, apoyando su compromiso de combatir los efectos negativos de la contaminación por plástico».