La iniciativa pretende difundir los beneficios ambientales y socioeconómicos asociados a la reducción del desperdicio alimentario e incidir en los hábitos de los consumidores.

Puente Alimentario frente al desperdicio de comida en Catalunya
El proyecto Puente Alimentario pretende reducir el desperdicio de comida. Foto: USDA (cc)

El proyecto Puente Alimentario, impulsado por Fundación para la Prevención de Residuos y el Consumo Responsable y la Fundación Banco de Recursos, es una iniciativa que pretende reducir el desperdicio alimentario y al mismo tiempo sensibilizar a la población al respecto.

Los res ejes fundamentales de Puente Alimentario son:

  • Ofrecer un diagnóstico y una propuesta de buenas prácticas contra el derroche alimentario a las empresas.
  • Desarrollar acciones de sensibilización.
  • Crear una red de interacción entre empresas donantes y entidades receptoras de alimentos para aprovechar los excedentes y dar respuesta a una necesidad social.

El proyecto cuenta con el apoyo del Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña. Está funcionando con una veintena de entidades y empresas adheridas, que colaboran con el objetivo de aprovechar los excedentes del sector de la restauración y del comercio de alimentos al por menor.

Puente Alimentario se dirige a por un lado a empresas de catering, restauración o comercios de alimentos que deseen reducir el desperdicio alimentario en sus establecimientos y donar sus excedentes, y por otro, a entidades de apoyo a colectivos vulnerables de la ciudad de Barcelona (niños, personas mayores, familias, comedores sociales…).

En Cataluña se tiran 35 kg anuales de comida por persona solo en los hogares y el sector HORECA

Además, el proyecto quiere difundir los beneficios ambientales y socioeconómicos asociados a la reducción del desperdicio alimentario e incidir en los hábitos de los consumidores, normalizando actitudes como llevarse la comida y la bebida no consumida de los restaurantes o comprar siguiendo unos criterios racionales.

Según Rosa García, directora de la Fundación para la Prevención de Residuos y el Consumo Responsable, «este proyecto complementa otras iniciativas aportando diversos aspectos diferenciadores: la reducción de residuos a través del diagnóstico a las empresas y propuestas de buenas prácticas; la inmediatez en aprovechar los excedentes alimentarios cocinados o frescos de estas empresas; y el hecho de que los usuarios de las entidades sociales se benefician de las propiedades nutricionales de las comidas cocinadas por las empresas colaboradoras».

«En Cataluña se tiran 35 kg anuales de comida por persona solo en los hogares y el sector HORECA (hoteles, restaurantes y cafeterías)» según datos que aporta Jesús Lanao, director de la Fundación Banco de Recursos, «un dato que podría triplicarse si se tiene en cuenta el desperdicio a lo largo de toda la cadena de producción”.

El efecto de los residuos de alimentos de las empresas que, de no ser aprovechados, terminan en los circuitos de residuos, supone no sólo un desperdicio de recursos naturales y energía sino también un gran impacto ambiental a nivel de emisiones de carbono.

Cabe destacar que el programa PRECAT20, de la Generalidad de Cataluña, prevé un objetivo de reducción del 50% del desperdicio alimentario para el año 2020.

Fuentes:
Fundación para la Economía Circular
sostenible.cat

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