Investigadores proponen una codificación de los plásticos similar al ADN que permita rastrear su origen hasta identificar al productor, junto con el desarrollo de un marco normativo internacional que le exija a este responsabilidad por la contaminación de sus productos.

Residuos plásticos

Un equipo transdisciplinar de investigadores de la Universidad de Tecnología de Queensland (QUT), en Australia, ha presentado una propuesta innovadora para hacer frente a la crisis mundial de la contaminación por plásticos que combina una codificación de plásticos similar a la del ADN y el derecho internacional.

El equipo de investigadores de la QUT, procedentes de las áreas de la química y el derecho, ha publicado su enfoque múltiple en la revista Polymer Chemistry.

El profesor Christopher Barner-Kowollik, uno de los autores del trabajo, afirma que uno de los mayores retos a la hora de abordar la contaminación por plásticos era rastrear el plástico contaminante hasta su origen. «El rastreo del plástico resuelve el anonimato de los residuos plásticos«, asegura.

«Si existiera una tecnología que permitiera dotar de un ‘ADN’ único a cada lote de plástico que se produjera, los residuos de plástico podrían rastrearse hasta el productor, ya que la información almacenada en el ‘ADN’ podría leerse de forma sencilla», explica Barner-Kowollik.

En este sentido, el experto afirma también que hay varios avances emergentes en la química de los polímeros que podrían contribuir a la identificación del plástico.

Una solución podría ser el etiquetado químico de lotes de producción de plástico mediante polímeros de secuencia definida, que podrían descodificarse de forma similar al ADN, aunque en este momento la lectura de la información de los polímeros de secuencia definida es un reto. Sin embargo, están surgiendo tecnologías nuevas y sencillas para leer la información de esos polímeros definidos por la secuencia e incrustados en los plásticos.

Y si la ciencia de los polímeros puede desarrollar los medios para identificar de forma exclusiva los plásticos y rastrear cada pieza hasta su productor, aún queda la cuestión de hacer cumplir la responsabilidad, que es donde entran los investigadores jurídicos.

«Uno de los primeros retos de un problema internacional como este es el obvio de la jurisdicción, y también en qué punto del proceso normativo podemos intervenir mejor para crear un cambio sostenible», dice el profesor Afshin Akhtar-Khavari.

«Un reto considerable es la aplicación en los marcos internacionales para que los actores malintencionados no puedan identificar las lagunas», afirma. «Es esencial un enfoque internacional cuidadoso y coordinado, aunque su establecimiento requerirá una cuidadosa investigación inicial sobre los principios de gobernanza internacional que los sustentan y los subsiguientes enfoques coordinados para su aplicación».

Los investigadores describen su artículo como un «inicio del debate», no solo sobre la plausibilidad de utilizar polímeros definidos por la secuencia para codificar y leer el «ADN» incrustado en los plásticos y los retos de gobernanza asociados, sino también para lograr una conversación más amplia.

«La investigación se lleva a cabo con un enfoque, pero a veces es necesario tener una lente más amplia», dice al respecto Barner-Kowollik. «Hay una necesidad crítica de que las ciencias sociales y naturales colaboren más estrechamente en el futuro, rompiendo las estructuras de silo que aún prevalecen».

Este enfoque combinado de la ciencia de los polímeros y el derecho internacional busca el resultado único de exigir responsabilidades a los contaminadores. Según el documento, la identificación de los responsables de la contaminación por plásticos podría conducir a la eliminación progresiva de los mismos.

Deje una respuesta

Queremos saber si no eres un bot *