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La instalación es el resultado del proyecto HaloSep y permite reducir en un 40% el volumen de cenizas generadas en el proceso de incineración de residuos, obteniendo materiales reutilizables y purificando el residuo resultante.

Nueva planta de reciclaje de cenizas volantes de incineración en Dinamarca

El pasado martes, la compañía sueca Stena Metall, dedicada al reciclaje de metales, y la empresa danesa de valorización energética de residuos Vestforbrænding, inauguraron la primera planta de reciclaje de cenizas volantes con tecnología HaloSep a gran escala del mundo. Ubicada en la localidad danesa de Glostrup, la planta convierte las cenizas volantes de los procesos de incineración de residuos en recursos útiles como metales y sal, así como en cenizas volantes purificadas.

Las plantas incineradoras de residuos generan una cantidad importante de energía en forma de electricidad y calor. Pero a su vez, este proceso de valorización energética genera un subproducto problemático, como son las cenizas volantes. Estas están clasificadas como residuos peligrosos y deben ser eliminadas en vertederos especiales, lo que causa emisiones de dióxido de carbono debido al transporte, y costes económicos por las tasas de vertido.

HaloSep supone una nueva solución sostenible para el reciclaje y la limpieza de las cenizas volantes. El proceso recupera metales valiosos de las cenizas que, en lugar de perderse, pueden volver a utilizarse. Esta tecnología también extrae sal, que puede ser utilizada en carreteras o en aplicaciones industriales. Y lo que queda finalmente es una forma purificada de ceniza que no está clasificada como peligrosa para el medio ambiente y que, por lo tanto, puede depositarse localmente en vertederos convencionales.

Este proceso reduce el volumen total de cenizas volantes producidas en aproximadamente un 40%, según la empresa. El objetivo final, no obstante, es que las cenizas restantes se puedan valorizar también en la producción de materiales de construcción.

Esta nueva instalación de demostración es el resultado de un trabajo de desarrollo en colaboración entre Stena Metall y Vestforbrænding. El proyecto, que se ha llevado a cabo a lo largo de varios años, ha sido financiado parcialmente por el programa LIFE de la UE.

Reducir el impacto ambiental de las incineradoras

La tecnología desarrollada en el proyecto HaloSep tiene un gran potencial para reducir el impacto ambiental y climático de las plantas de valorización energética en todo el mundo. Anualmente, sólo en Vestforbrænding se generan 15.000 toneladas de cenizas volantes a partir de las 550.000 toneladas de residuos que se incineran para generar electricidad y calefacción urbana.

HaloSep ya ha generado interés en varias empresas de todo el mundo y se espera que este aumente a medida que la planta de demostración comience a dar resultados.

Steen Neuchs, director general de Vestforbrænding, dice que HaloSep está completamente en línea con las nuevas agendas que las plantas de incineración deben cumplir debido a los objetivos climáticos: un medio ambiente más limpio con un enfoque en la economía circular y un uso responsable de los recursos.

«HaloSep es un buen ejemplo de cómo podemos lograr juntos nuestros objetivos sociales comunes con la nueva tecnología. También es un buen ejemplo de lo que a Vestforbrænding le gustaría ver más: una buena cooperación público-privada. No menos importante, es también un buen ejemplo de cómo los fondos de la UE pueden fortalecer tanto la cooperación como la realización de proyectos como este», afirma  Neuchs.

«Transformar los residuos en recursos valiosos es algo a lo que todos deberíamos aspirar -dice Staffan Svensson, director general de la nueva empresa, HaloSep AB-. El gran interés de clientes potenciales de todo el mundo es una clara expresión de la importancia de esta inversión».

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