A medida que las baterías se convierten en un mercado estratégico, el Parlamento Europeo está trabajando en nuevas reglas para abordar los problemas ambientales, éticos y sociales relacionados.
Se prevé que al menos 30 millones de vehículos eléctricos de cero emisiones circulen por las carreteras de la UE para 2030. Si bien se espera que los automóviles eléctricos reduzcan significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero, tienen una desventaja ambientalmente perjudicial: sus baterías.
El Parlamento Europeo está trabajando en una actualización de la directiva sobre baterías de la UE para garantizar que las baterías puedan reutilizarse, refabricarse o reciclarse al final de su vida útil.
El informe adoptado por el comité de medio ambiente del Parlamento el pasado 10 de febrero tiene como objetivo regular todo el ciclo de vida del producto, desde el diseño hasta el consumo y todo el camino hasta el reciclaje en nuevos productos. La propuesta está vinculada al plan de acción de economía circular de la UE y la estrategia industrial de la UE .
Los eurodiputados pidieron la introducción de una nueva categoría de baterías para «medios de transporte ligeros», como bicicletas y scooters eléctricos, debido a su creciente uso y desarrollo técnico. La nueva categoría viene junto con las clases de baterías portátiles, automotrices e industriales existentes.
Un mercado estratégico para la UE
Se prevé que la demanda mundial de baterías se multiplique por 14 para 2030 y la UE podría representar el 17% de esa demanda. Esto se debe principalmente al auge de la economía digital, las energías renovables y la movilidad baja en carbono. El aumento de vehículos eléctricos a batería hará que este sea un mercado estratégico a nivel mundial.
Limitar la huella de carbono
Las baterías tendrán que llevar una etiqueta que refleje su huella de carbono para que su impacto ambiental sea más transparente. Además, el comité de medio ambiente quiere que cubra toda la vida útil de la batería. También quiere garantizar que las nuevas contengan niveles mínimos de cobalto, plomo, litio y níquel reciclados.
Aumentar el reciclaje
En 2019, el 51% de las baterías portátiles vendidas en la UE se recogieron para su reciclaje. Existen procesos de reciclaje específicos para cada tipo de batería debido a los diferentes metales y compuestos utilizados para fabricarlas.
El informe pide objetivos de recogida más estrictos para las baterías portátiles (70% para 2025, en comparación con la propuesta original de la Comisión Europea del 65%; y 80% para 2030 en lugar del 70%) y para las de medios de transporte ligeros (75% al 2025 y 85% al 2030). Además, se deben recoger todos los residuos de baterías de automóviles, industriales y de vehículos eléctricos.
Abordar los problemas de materias primas
La fabricación de baterías depende en gran medida de las importaciones de materias primas críticas, en particular cobalto, litio, níquel y manganeso, que tienen un impacto significativo en el medio ambiente y la sociedad.
Para abordar los abusos contra los derechos humanos y garantizar que las baterías se obtengan de manera más ética, los eurodiputados respaldan la introducción de una obligación de diligencia debida para los fabricantes de baterías. Tendrán que cumplir con los requisitos que abordan los riesgos relacionados con el abastecimiento, el procesamiento y el comercio de materias primas, productos químicos y materias primas secundarias.
Tras la aprobación en la sesión plenaria de ayer del Parlamento Europeo de las medidas propuestas, comenzará las negociaciones con los gobiernos de la UE.
Fuente:
Parlamento Europeo