Una encuesta del WEEE Forum con motivo del Día Mundial de los Residuos Electrónicos revela las razones por las que acaparamos pequeños dispositivos fuera de uso, en lugar de repararlos o reciclarlos.

Teléfonos móviles
La popularización de los teléfonos móviles hace que sean uno de los residuos electrónicos que más crecen

Los expertos prevén que unos 5.300 millones de teléfonos móviles dejarán de utilizarse este año. Y, a pesar de su contenido en materiales valiosos como oro, cobre, plata, paladio y otros componentes reciclables, la mayoría desaparecerán en cajones, armarios, roperos o garajes, o serán arrojados a contenedores de basura con destino a vertederos o incineradoras.

Y, sorprendentemente, los teléfonos móviles ocupan el cuarto lugar entre los pequeños aparatos eléctricos y electrónicos más acaparados por los consumidores, por detrás de pequeños dispositivos y accesorios (como auriculares, mandos a distancia…), pequeños equipos domésticos (relojes, planchas…) y equipos informáticos (discos duros externos, routers, teclados, ratones…), y solo por delante de pequeños equipos de cocina (tostadoras, parrillas…).

Por eso, el acaparamiento de los numerosos tipos de productos pequeños, no utilizados, fuera de uso o rotos que funcionan con pilas o baterías fue el tema central del 5º Día Internacional de los Residuos Electrónicos, celebrado el pasado viernes 14 de octubre.

Con este motivo, el WEEE Forum ha dado a conocer  los resultados de las encuestas realizadas para revelar por qué tantos hogares y empresas no llevan los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) para su reparación o reciclaje.

Las encuestas muestran que, de 8.775 hogares europeos en seis países que representan la diversidad de la Unión Europea -Portugal, Países Bajos, Italia, Rumanía y Eslovenia- y una encuesta separada en el Reino Unido, el hogar medio contiene 74 productos electrónicos como teléfonos, tabletas, ordenadores portátiles, herramientas eléctricas, secadores de pelo, tostadoras y otros aparatos (excluyendo las lámparas).

De ese total de 74 productos electrónicos, 13 se guardan -y muchas veces se olvidan- en armarios y cajones (9 de ellos sin usar pero que funcionan, 4 averiados). Por su parte, las lámparas LED encabezan la lista de productos que más se tiran a la basura.

Por países, los que más de pequeños equipos electrónicos sin usar acumulan en los hogares son Italia (29%), Países Bajos (17%) y Reino Unido (14%).

Las 5 razones principales aducidas para acumular RAEE de cualquier tipo son que podría volver a utilizarlos en el futuro (46%), venderlo o regalarlo (15%), tiene un valor sentimental (13%), podría tener valor en el futuro (9%) y desconocimiento de cómo deshacerse de él (7%).

Otros motivos son también la falta de tiempo, su olvido o que no ocupan mucho espacio (3%), su uso previsto en una segunda residencia (3%), la presencia de datos sensibles (2%) y la falta de incentivos para reciclar (1%).

Facilitar su eliminación adecuada

Según Pascal Leroy, Director General del WEEE Forum, «este año nos hemos centrado en los pequeños residuos electrónicos porque es muy fácil que se acumulen en los hogares sin usar y sin que se note, o que se tiren al cubo de la basura normal. La gente tiende a no darse cuenta de que todos estos artículos, aparentemente insignificantes, tienen mucho valor, y juntos a nivel mundial representan volúmenes enormes».

«Las organizaciones de responsabilidad del productor del WEEE Forum que gestionan la recogida de residuos electrónicos trabajan constantemente para que la eliminación adecuada de los pequeños residuos electrónicos sea sencilla y cómoda para los usuarios y los hogares», afirma Leroy. «Facilitar buzones de recogida en los supermercados, recoger los pequeños electrodomésticos rotos al entregar los nuevos y ofrecer apartados de correos para devolver los pequeños residuos electrónicos son algunas de las iniciativas introducidas para fomentar la devolución de estos artículos».

Magdalena Charytanowicz, responsable del Día Internacional de los Residuos Electrónicos en el WEEE Forum, añade que «solo en 2022, los pequeños AEE como teléfonos móviles, cepillos de dientes eléctricos, tostadoras y cámaras producidos en todo el mundo pesarán un total estimado de 24,5 millones de toneladas, cuatro veces el peso de la Gran Pirámide de Giza. Y estos pequeños artículos constituyen una proporción significativa del 8% de todos los residuos electrónicos que se tiran a los contenedores de basura y que acaban siendo depositados en los vertederos o incinerados.»

«Estos aparatos ofrecen muchos recursos importantes que pueden utilizarse en la producción de nuevos dispositivos electrónicos u otros equipos, como turbinas eólicas, baterías de coches eléctricos o paneles solares, todos ellos cruciales para la transición ecológica y digital hacia sociedades con bajas emisiones de carbono.»

En los últimos veinte años, los profesionales del WEEE Forum han recogido, descontaminado, reciclado o preparado para su reutilización más de 30 millones de toneladas de RAEE, destinando a su vez enormes sumas de dinero a campañas de comunicación. Sin embargo, a la vista de los datos, los retos que se avecinan siguen siendo enormes.

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