El informe de Eunomia para el Instituto Internacional del Aluminio refleja que los envases de este material se reciclan más y de forma más eficiente que otros como las botellas de vidrio o el plástico PET.

Latas de aluminio
Las latas de aluminio son el envase con mejor comportamiento en el proceso de reciclaje, según el estudio. Foto: Evgeny Karchevsky en Unsplash

Un estudio encargado por el Instituto Internacional del Aluminio (IAI) sobre el reciclaje de tres materiales para envases de bebidas -aluminio, vidrio y plástico (PET)- refleja que las latas de aluminio son las que mejor apoyan una economía circular. El estudio muestra que, en comparación con las latas de aluminio, hay más botellas de vidrio y plástico que acaban en los vertederos porque no se recogen. Además, las pérdidas en el sistema de reciclaje, una vez recogidas, son tres veces mayores para las botellas de PET y de vidrio que para las latas de aluminio.

La investigación fue realizada por la consultora Eunomia con datos de Brasil, China, Europa, Japón y Estados Unidos. Se analizaron las pérdidas por procesamiento al final de la vida útil de las latas de aluminio, las botellas de vidrio y las botellas de plástico (tereftalato de polietileno – PET). El estudio también examinó la recogida, la clasificación, el reprocesamiento y el tratamiento térmico, el reciclaje en circuito cerrado y el reciclaje en circuito abierto.

Ramón Arratia, vicepresidente de Asuntos Públicos Globales de Ball Corporation, señaló que «aunque ningún envase de bebidas ha alcanzado aún todo su potencial de circularidad, el aluminio supera al vidrio y a los plásticos (PET) en todas las etapas del sistema de gestión de residuos. En la actualidad, las latas de aluminio son los envases de bebidas que más se reciclan en todo el mundo. Una vez que la lata de aluminio se recoge del consumidor, tiene una tasa de eficiencia de clasificación, reprocesamiento y refundición sin igual, del 90%, en comparación con el vidrio (67%) y el PET (66%). Sobre esta base, el aluminio puede describirse como un material de elección para una economía circular. Esto es especialmente importante si tenemos en cuenta el potencial de reducción de carbono del reciclaje».

Andrew Wood, Group Executive Strategy & Business Development de Alumina Limited, añadió que «el número de latas de aluminio recogidas al final de su vida útil es aproximadamente un 18% superior al de las botellas de PET y un 28% superior al del vidrio. Una mayor proporción de botellas de PET y de vidrio de un solo uso acaban en los vertederos o en los cursos de agua porque no se recogen. En un mundo que se descarboniza, es probable que esto contribuya a aumentar la demanda tanto de aluminio reciclado como de aluminio primario».

La lata de aluminio fue producida por primera vez en masa por Coors Brewing Company en la década de 1950 para mejorar el sabor de la cerveza y ofrecer un envase más sostenible que las latas de acero.

Marlen Bertram, directora de Escenarios y Previsiones del IAI, afirma que «el aluminio es uno de los materiales más reciclables del planeta y el IAI hace campaña para garantizar que los productos al final de su vida útil vuelvan al circuito de reciclaje, dados los beneficios económicos y medioambientales del metal en nuestra economía global. Comparar las tasas de reciclaje de diferentes materiales no tiene sentido si no se sabe cómo se mide la tasa y en qué productos se recicla el material. Este estudio es el primero de carácter público que analiza exhaustivamente el grado de reciclaje y las pérdidas de tres envases de bebidas en diferentes regiones. Al aumentar la precisión para identificar dónde se producen las principales pérdidas, el estudio podría aportar soluciones para mejorar la tasa de reciclaje de todos los materiales. Estamos claramente en una nueva era en la transparencia de la circularidad».

Finalmente, Emilio Braghi, vicepresidente ejecutivo de Novelis y presidente de Novelis Europa, declaró que «los sistemas de recogida y clasificación son esenciales para aumentar la circularidad y liberar todo el potencial de los materiales infinitamente reciclables. Necesitamos un marco político que incentive el verdadero reciclaje y los sistemas circulares, en los que, al final de su vida útil, los envases de bebidas se reciclen una y otra vez, sin pérdida de calidad. El aluminio es perfectamente adecuado para el reciclaje múltiple de producto a producto. Tenemos que pasar de pensar en los residuos a los recursos valiosos, reutilizando el material existente para producir nuevos envases y ahorrando así preciosos recursos naturales, energía y reduciendo las emisiones.»

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