Induplast reciclará el material plástico de los residuos electrónicos

La nueva empresa de Indumetal Recycling en el municipio vizcaíno de Zalla estará operativa en el primer trimestre de 2023 y tendrá capacidad para tratar 15.000 toneladas anuales de residuos plásticos procedentes de aparatos en desuso.

El grupo Indumetal Recycling ubicará en el municipio vizcaíno de Zalla las instalaciones de su nueva empresa Induplast, que se dedicarán al tratamiento de los plásticos recuperados de los aparatos eléctricos y electrónicos fuera de uso, con objeto de incorporarlos de nuevo al ciclo productivo. La puesta en marcha de la planta generará diez puestos de trabajo.

Los residuos que tratará Induplast, exclusivamente plásticos, son de naturaleza no peligrosa, y así están catalogados por todas las administraciones competentes en la materia. Este es un aspecto fundamental del proyecto, que se ve reforzado por el hecho de que la actividad no produce emisiones ni vertidos. El tratamiento consiste en la aplicación de procesos mecánicos de separación del material plástico que contienen los residuos eléctricos y electrónicos, para extraer y clasificar los distintos tipos de plásticos.

Con una inversión global de 8 millones de euros y una capacidad de tratamiento de 15.000 toneladas de residuos plásticos al año, los trabajos de construcción de la planta se iniciarán a lo largo de este año y la previsión es que comience su actividad en el primer trimestre de 2023.

El proyecto de Induplast se enmarca en el objetivo general del grupo de empresas de Indumetal Recycling para impulsar la circularidad de los materiales como factor estratégico clave en los objetivos de desarrollo sostenible en todos los ámbitos sociales y económicos del planeta.

En la actualidad el proyecto Induplast cuenta con las preceptivas autorizaciones para su desarrollo. En concreto, dispone de la licencia de obras municipal, así como de la autorización de la agencia vasca del agua (URA) necesaria para instalar la actividad en el polígono ante los riesgos potenciales de inundabilidad de la zona. La puesta en marcha de la planta requerirá, además, la autorización ambiental unificada que concede el Gobierno Vasco, destinada a actividades de tratamiento de residuos no peligrosos.