La isla de Formentera será el escenario de una prueba piloto del SDDR para envases de bebidas, cuyo objetivo es evaluar la viabilidad del sistema para, en su caso, ampliarlo al resto de las Islas Baleares.
El pasado viernes tuvo lugar en Formentera (Islas Baleares) una demostración del sistema de depósito, devolución y retorno de envases (SDDR) que se probará en la isla una vez finalice la temporada turística.
La demostración, que contó con el apoyo técnico de la organización ambiental Rezero, se planteó para despejar dudas en el sector del comercio y la ciudadanía ante esta prueba piloto. Los participantes pudieron comprobar el funcionamiento del nuevo sistema, así como los dos métodos de pago: a través de una aplicación móvil o de una tarjeta analógica. En ambos casos, el usuario obtiene un justificante del depósito de 0,10 céntimos que paga al adquirir el envase y que recupera en el momento de la devolución en una de las máquinas que se van a instalar en los comercios.
«Hoy damos un paso más hacia el nuevo modelo de gestión que implantamos la pasada legislatura a partir de la aprobación de la Ley de Residuos», aseguró el director general de Residuos y Educación Ambiental del Govern Balear, Sebastià Sansó, quien recordó que «ya en la exposición de motivos del texto aprobado por el Parlament, se estipula que el sistema SDDR es la opción más eficaz para luchar contra el abandono de residuos de plástico en el medio ambiente y en el mar y que obliga a las administraciones a organizar una prueba piloto de una duración mínima de un año».
Según el último estudio de la conselleria, en 2021 en Baleares se recicló un 26% de los envases ligeros que se recogieron en los contenedores amarillos, «una cifra que se aleja mucho de los objetivos que marca la Unión Europea y que nos obliga, por tanto, a probar nuevos sistemas para mejorar la eficiencia en la gestión de los residuos», señaló Sansó, quien añadió que experiencias similares en otros países europeos han dado índices de recuperación de hasta el 90% para los envases incluidos en el sistema.
Por su parte, el director general de Comercio, Miquel Piñol, explicó que «hemos coordinado con la Dirección General de Residuos una partida específica de fondos Next Generation para el sector comercio en Formentera, que puedan cubrir aquellos gastos de los negocios que quieran apostar por este tipo de proyectos en el ámbito de la sostenibilidad y la circularidad a partir del próximo mayo».
La prueba piloto cuenta con una partida presupuestaria de 500.000 euros que aporta el fondo del Impuesto de Turismo sostenible (ITS). El objetivo principal es mostrar la viabilidad del sistema e implantarlo en el resto de islas en caso de que los resultados sean positivos. Se incluirán los envases de bebidas de acero, de aluminio, de plástico y briks con un volumen inferior a tres litros que se generen en el territorio de la isla de Formentera por los siguientes productos: aguas, zumos y néctares (no lácticos), bebidas refrescantes y energéticas, sidras y cervezas.
La prueba piloto está impulsada por la dirección general de Residuos y Educación Ambiental y cuenta con la colaboración de la dirección general de Comercio del Govern de las Illes Balears y del Consell de Formentera. Las tres instituciones han mantenido diversas reuniones informativas con los sectores afectados de la isla.
Ana Juan, presidenta del Consell insular, destacó que «este proyecto que hoy se presenta pone en el mapa a Formentera, de nuevo, como una isla pionera en sostenibilidad. Esta prueba será un referente para el resto de islas. Quiero agradecer a la apuesta del Govern por Formentera, el trabajo de coordinación entre ambas administraciones, y sobre todo la implicación de los comerciantes de Formentera que forman parte de este proyecto, porque sin su compromiso este proyecto piloto no sería posible».