Las plantas de producción de energía eléctrica a partir de la combustión de carbón son las máximas responsables de los principales contaminantes liberados al aire, según un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA).

Planta térmica de carbón

El informe de la EEA “Liberación de contaminantes al medio ambiente del sector industrial europeo” analiza los datos sobre emisiones de las principales instalaciones industriales, incluidas las de generación de energía, refinerías petroquímicas y siderúrgicas, que los Estados miembros deben reportar a la UE. El análisis se basa en los últimos datos disponibles (2015) incluidos en el Registro Europeo de Liberación y Transferencia de Contaminantes (E-PRTR). El registro contiene datos reportados anualmente referentes a 35.000 instalaciones industriales de 65 actividades económicas de toda la UE más Islandia, Liechtenstein, Noruega, Suiza y Serbia.

Pese a los progresos logrados por la UE para alcanzar los objetivos de energía y cambio climático para 2020 y 2030, el informe destaca que las plantas de combustión de carbón para la producción de electricidad continúan siendo responsables de las mayores emisiones al medio ambiente de dióxido de carbono (CO2), dióxido de sulfuro (SO2) y óxido de nitrógeno (NOx).

En 2015, las plantas de generación de electricidad de Belchatów (Polonia), Drax (Reino Unido), Jänschwalde (Alemania) y Kozienice (Polonia)  liberaron la mayor cantidad de estos contaminantes. De las 65 actividades económicas incluidas en el E-PRTR, las plantas de energía a partir de carbón fueron responsables de las mayores emisiones de SO2 y NOx. Igualmente, a este sector pertenecen prácticamente todas las instalaciones industriales que más CO2 emitieron.

El carbón se mantiene como el principal combustible usado en las grandes instalaciones industriales, como las de generación de electricidad, las refinerías, químicas y acerías, a pesar de la reducción de su uso en los últimos años. No obstante, últimamente estas instalaciones han llevado a cabo importantes actuaciones medioambientales que les han permitido reducir las emisiones liberadas al aire por unidad de energía consumida. El uso de la biomasa en las plantas de combustión sigue siendo minoritario, aunque se ha multiplicado por tres entre 2004 y 2015.

De acuerdo con el análisis de la EEA, la mitad de las instalaciones responsables de la mayor parte de la contaminación del agua y del aire se ubicaban en cuatro países: Reino Unido (14 plantas), Alemania (7), Francia (5) y Polonia (5).

Los últimos datos reportados también indican que las plantas de tratamiento de aguas residuales fueron responsables de las principales liberaciones al agua de nitrógeno, fósforo y carbono orgánico total. Las más contaminantes de estas instalaciones se ubican en Reino Unido, Francia y España

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