El primer informe sobre la brecha de la circularidad indica que apenas se reaprovecha un 9% de los recursos naturales explotados en todo el planeta.

Informe sobre la brecha para una economía circular

El Think-Tank holandés Circle Economy aprovechó la reunión anual de líderes mundiales en el foro económico mundial en Davos para publicar su primer informe sobre economía circular, titulado Circularity Gap Report. El informe señala que de los 92.800 millones de toneladas de recursos explotados en 2015 (que equivale a 34,4 kg de materia prima por persona y día, exceptuando el agua), sólo 8.400 millones de toneladas fueron recicladas. Esto equivale a sólo el 9,1% de todos los recursos.

Si a 21.500 millones de toneladas de materias primas se les da un uso a largo plazo, en particular en la construcción, los restantes 51.900 millones de toneladas se transforman en productos de corta duración y se supone que se dispersan en el medio ambiente. De los 19.400 millones de toneladas de material convertido en residuos, sólo 46% se recicla, según el informe, cuyo objetivo principal es desarrollar un método y referencias indicativas para medir el progreso de la economía mundial hacia un modelo económico más circular.

Esta situación con los residuos va completamente en contra de los compromisos ambientales discutidos por los gobiernos y las empresas en el COP21. La extracción de recursos naturales se ha multiplicado por doce entre 1900 y 2015 y podría duplicarse de nuevo en 2050. Pero una economía completamente circular disminuiría la presión sobre los recursos naturales en un 28%, calcula el informe.

Promoviendo el uso de los recursos locales se estimularía la creación de empleo y se reduciría la dependencia de materias primas importadas

De hecho, el 67% de gases de efecto invernadero son emitidos por la explotación de los recursos naturales. Una economía totalmente circular nos permitiría reducir las emisiones de estos en un 72%, según el informe. Una contribución crucial si tenemos en cuenta el informe de las Naciones Unidas Emissions Gap Report, publicado en octubre del año pasado, que ha servido como referencia para este informe sobre la brecha de la circularidad.

Según el informe de la ONU, incluso si todos los Estados participantes del Convenio de París mantienen sus compromisos, la temperatura global muy probablemente aumentaría entre 3 y 3,3 °C antes de 2100. Por lo tanto, no se llegaría a meta del acuerdo de mantener el aumento e la temperatura global por debajo de 2 °C.

Impacto positivo

Esos 84.400 millones de toneladas de recursos naturales extraídos del medio ambiente y que no se reciclan contribuyen a nuestras necesidades sociales. Según el informe dividen así: 42.400 millones toneladas de recursos naturales para viviendas e infraestructuras, 21.800 para la nutrición, 12.000 para la movilidad (tecnologías de transporte, principalmente), 9.100 para consumibles (aparatos eléctricos, teléfonos móviles, ropa y otros), 4.400 para servicios (como servicios públicos y de educación, banca y seguros), 2.300 para salud y 1.00 para las comunicaciones (dispositivos móviles, centros de datos…). Lejos de penalizar a los consumidores, una economía circular tendría impactos sociales más positivos, indica el informe.

Promoviendo el uso de los recursos locales se estimularía la creación de empleo y se reduciría la dependencia de materias primas importadas. Lograr una economía circular pasa, según el informe, por «unir a una comunidad global detrás de un programa de acción, comprometidos y facultados tanto colectiva como individualmente. Su enfoque sistémico aumenta la capacidad y el potencial para servir a la sociedad, adoptando y avalando lo que la humanidad mejor tiene para ofrecer: el poder de iniciativa, innovación y colaboración”.

Estrategias para reducir la brecha de circularidad

Los responsables del estudio también distinguen cuatro pasos junto con siete estrategias para reducir la brecha de la circularidad. Estas siete estrategias son: priorizar los recursos renovables, preservar los recursos y bienes existentes, reutilizar y reciclar los residuos, favorecer la economía funcional, optimizar e incorporar el uso de tecnologías digitales, fomentar el ecodiseño y promover la colaboración para crear valor común.

La coalición Factor10, con 30 miembros de 16 sectores, pretende promover la colaboración en soluciones de economía circular

Sin embargo, el énfasis puesto en cada estrategia debe también tener en cuenta la especificidad de las necesidades que el recurso cumple como tal; por ejemplo, si el reciclaje es clave cuando se trata de nutrición y de insumos, no tiene tanta importancia en la salud, donde cobra más valor la digitalización. En consecuencia, recuerdan que se necesitará la financiación pública para realizar este cambio.

Sin embargo, con el fin de adoptar medidas significativas en este sentido, el informe señala que sería necesaria una coalición entre empresas, gobiernos y ONG para desarrollar un objetivo global y examinar los progresos realizados.

Un primer “boceto” de tal coalición ya se lanzó el 24 de enero en Davos, durante el foro económico mundial. El World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), una red de 200 empresas que trabajan para alcanzar la meta de acelerar la transición ecológica, presentó su programa de economía circular, Factor10. Con 30 miembros en 16 sectores, que en conjunto acumulan 1,3 billones de dólares en ingresos, Factor10 pretende promover la colaboración en soluciones de economía circular. Peter Bakker, presidente y CEO de WBSCD, dijo: «Factor10 representa la masa crítica de apoyo del sector privado necesario para implementar la economía circular a escala global. Esperamos a ver a las empresas involucradas para dar forma a la transición a un futuro sostenible”.

Uno de los nuevos miembros del WBSCD, Danone, ya ha dado un paso hacia la economía circular la semana pasada con su marca Evian, comprometiéndose a utilizar sólo plástico reciclado en sus botellas en 2025.

Fuente:
Euractiv

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