El Libro Blanco ‘Reimagining the Waste Framework Dirctive’ sugiere que la normativa europea tendría que transformarse en una Directiva Marco de Recursos antes de 2029.
Reconfigurar nuestra relación con los recursos a través de la Directiva Marco de Residuos (DMR) es vital para que la UE siga innovando y liderando el mundo en la consecución de una economía circular para 2040.
Esta es la principal conclusión del Libro Blanco ‘Reimagining the Waste Framework Dirctive’, publicado por Handelens Miljøfond, la Fundación Minderoo, TOMRA y Zero Waste Europe, y en el que se describen las medidas urgentes necesarias para garantizar que la Unión siga en el buen camino para crear un futuro sostenible para sus ciudadanos.
El Libro Blanco, elaborado por la consultora Eunomia, expone una visión para 2040 en la que la sociedad utilizará los materiales y los productos de forma más eficiente en una economía que va por buen camino hacia la circularidad.
La próxima revisión de la Directiva Marco de Residuos, que ha guiado la política de la UE en este ámbito desde 1975, ofrece la oportunidad de diseñar un marco político coherente y consistente para una economía circular; sin embargo, el alcance de la revisión no es actualmente suficiente para encaminar a la UE por la senda correcta.
Cecilie Lind, consejera delegada de Handelens Miljøfond, ha declarado: «Este Libro Blanco demuestra la urgencia de replantear nuestro enfoque de la política de materiales y residuos con el fin de construir una economía sostenible y circular para 2040, y la revisión de la Directiva Marco de Residuos es un paso fundamental para lograr ese objetivo.»
Una economía auténticamente circular implicaría una extracción y un uso muy reducidos de recursos vírgenes, centrándose en una economía de servicios que mantenga los productos y materiales en circulación el mayor tiempo posible, haciendo pleno uso de la tecnología digital, los sistemas y los datos para gestionar nuestro uso de materiales y productos.
El Libro Blanco también presenta un plan de acompañamiento para un marco político que impulse estos cambios de manera efectiva y a escala, aprovechando el poder del mercado único para dar confianza a las empresas para invertir en los nuevos modelos de negocio necesarios para ofrecer prosperidad y rentabilidad al tiempo que se reduce el consumo de materiales.
Joan Marc Simon, director-fundador de Zero Waste Europe, añadie que «es imperativo que la UE facilite y abarate las opciones correctas para los ciudadanos, las empresas y las organizaciones. Si no conseguimos que las políticas de la UE se adapten a su finalidad, no podremos abandonar los ineficaces modelos económicos lineales actuales».
El Libro Blanco propone una revisión a corto plazo de la DMR (para 2026) con el fin de ofrecer:
- Una normativa más propicia para la reutilización, reparación y refabricación de productos, así como claridad para la industria sobre el rendimiento medioambiental exigido a los sistemas de reutilización.
- Mayor coherencia en el alcance y la aplicación de la responsabilidad ampliada del productor (RAP) y una jerarquía de reciclado más detallada que caracterice el reciclado de «alta calidad».
- Un entorno favorable a la rápida descarbonización del tratamiento y la eliminación de residuos.
En última instancia, la DMR tendría que transformarse en una Directiva Marco de Recursos antes de 2029, lo que ampliaría el ámbito de aplicación y las competencias del marco para incluir la reducción del consumo de recursos, introduciendo una jerarquía de aplicación de materiales con el fin de maximizar la descarbonización.
El Dr. Marcus Gover, que dirige un equipo de científicos y expertos en políticas de la Fundación Minderoo, afirma que «en una economía circular, los consumidores cosecharán los beneficios de productos de mayor calidad que duran más y, al mismo tiempo, se reducirán los efectos nocivos que materiales como los plásticos, especialmente los microplásticos de la ropa y los neumáticos, tienen en nuestro medio ambiente.»
Wolfgang Ringel, vicepresidente senior del Grupo de Asuntos Públicos de TOMRA, añade que «hay que hacer más para fomentar la recogida, clasificación y reciclado adecuados de materiales valiosos que simplemente se tiran. La aplicación de obligaciones legalmente definidas (en otras palabras, obligatorias) que cubran el uso de los recursos y su manipulación responsable es el camino a seguir para garantizar un futuro sostenible para la sociedad y nuestro planeta».
Chris Sherrington, responsable de políticas de Eunomia Research & Consulting, concluye que «estamos deseando colaborar con las partes interesadas durante los próximos seis meses en torno a nuestras ideas para ayudar a diseñar un marco normativo que pueda estimular la innovación y dar a las empresas la confianza necesaria para invertir, innovar y llevar a cabo la transición a una economía circular. Sabemos que estos cambios deben producirse, lo mejor es actuar ahora y trabajar juntos de forma abierta, transparente y colaborativa para determinar la mejor manera de hacerlo.»