BEUC presenta una denuncia ante la Comisión Europea y la red de autoridades de protección de los consumidores por las «afirmaciones engañosas sobre la reciclabilidad» de estos envases.

Agua embotellada

La Organización Europea de Consumidores (BEUC) y sus organizaciones miembros de 13 países han denunciado a los principales comercializadores de botellas de agua potable, como Coca-Cola, Danone y Nestlé, ante las autoridades de la UE por las «afirmaciones comerciales engañosas sobre la reciclabilidad de sus productos». La denuncia responde al informe recientemente presentado y realizado junto con ClientEarth y ECOS, y según el cual tales afirmaciones no cumplen las normas de la UE sobre prácticas comerciales desleales.

El consumidor europeo medio bebe unos 118 litros de agua embotellada al año y el 97% de esta agua se envasa en botellas de plástico, una de las principales fuentes de contaminación en las costas europeas. BEUC afirma que la industria de bebidas recurre a alegaciones de reciclabilidad «demasiado vagas, inexactas o que no están suficientemente fundamentadas».

En concreto, la organización de consumidores europeos identifica tres afirmaciones preocupantes:

  • «100% reciclable». Se trata de un término ambiguo que depende de muchos factores, como la infraestructura disponible para recoger el material, la eficacia del proceso de clasificación o los procesos de reciclado adecuados. Se calcula que la tasa de reciclado de los cuerpos de las botellas de bebidas de PET es de sólo el 55% en la UE y la probabilidad de que vuelvan a convertirse en nuevas botellas ronda el 30%, según un estudio de Zero Waste Europe.
  • «100% reciclado». Esta afirmación implica erróneamente que toda la botella está fabricada con materiales reciclados. El hecho es que las tapas de las botellas no pueden estar hechas de materiales reciclados según la legislación de la UE sobre materiales reciclados en contacto con alimentos. En cuanto a las etiquetas, rara vez están hechas de material reciclado. Además, añadir plástico virgen (es decir, plástico no reciclado) al cuerpo de la botella también es una práctica habitual.
  • Uso de imágenes ecológicas: En muchas botellas de agua de Europa se utilizan lazos cerrados, logotipos verdes o imágenes de la naturaleza. Inducen así a la falsa idea de neutralidad medioambiental, circularidad sin fin del plástico e incluso pueden dar la impresión de que las botellas tendrían un impacto positivo en el medio ambiente.

Por ello, BEUC y sus miembros han presentado una denuncia ante la Comisión Europea y la red de autoridades de protección de los consumidores (CPC), pidiéndoles que inicien una investigación, y que «garanticen que los comerciantes dejen de engañar a los consumidores con este tipo de afirmaciones».

Ursula Pachl, directora general adjunta de BEUC, comenta que «ya sea para comprar ropa nueva, abrir una cuenta bancaria o comprar botellas de agua, los consumidores desean cada vez más hacer la elección más sostenible y buscan información fiable para ello. Sin embargo, son bombardeados con afirmaciones incorrectas y engañosas, por lo que no saben en qué afirmación o etiqueta confiar».

«Utilizar afirmaciones como «100% reciclado/reciclable» o mostrar imágenes de la naturaleza y elementos visuales verdes que insinúan que el plástico es respetuoso con el medio ambiente es engañar a los consumidores -afirma Pachl-. Sin embargo, este tipo de afirmaciones pueden encontrarse en muchas botellas de agua que se venden en toda Europa. El problema es que no hay ninguna garantía de que se reciclen por completo una vez desechadas. Hay que poner fin a este lavado verde».

«La UE está dando pasos muy bien recibidos para contribuir a limpiar el mercado de alegaciones ecológicas engañosas. Sin embargo, pasarán años antes de que se apliquen las nuevas medidas reguladoras y no hay tiempo que perder, por lo que esperamos que las autoridades actúen con rapidez», concluye.

Para Justin Wilkes, director ejecutivo de ECOS, «los responsables políticos deben establecer normas claras sobre el contenido reciclado que se apliquen mediante metodologías fiables normalizadas, poniendo fin al salvaje oeste de las afirmaciones ecológicas.»

Rosa Pritchard, abogada especializada en plásticos de ClientEarth, añade que «la realidad es que el plástico de un solo uso no es ni circular ni sostenible. El reciclaje nunca podrá alcanzar el volumen de plástico que se produce en nuestro planeta. Las empresas están en una posición única para cambiar nuestra forma de consumir, pero actualmente estas afirmaciones -que consideramos engañosas- están dificultando que los consumidores tomen buenas decisiones medioambientales».

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