Una circular interna plantea varias cuestiones para mejorar la gestión de los residuos, entre ellas la posibilidad de incentivar económicamente a aquellos ciudadanos que separen sus residuos para su reciclaje.

La Mancomunidad estudia la posibilidad de recompensar a quienes separen sus residuos para su reciclaje
Contenedores de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona. Foto: MCP

El grupo EH Bildu ha abierto un debate interno en la asamblea de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP) sobre la oportunidad de recompensar el reciclaje de residuos con medidas como la reducción en el pago de las actuales tarifas, según informa el diario Noticias de Navarra.

Así se recoge en la circular que el presidente Aritz Ayesa ha remitido esta semana a los miembros que componen la formación abertzale, a los que se pregunta su opinión sobre la implantación de posibles medidas económicas para “incentivar la gestión correcta de los residuos”. También sobre el porcentaje de la tasa que estarían dispuestos a bajar y si ven conveniente que todos los ciudadanos y ciudadanas tengan una tasa única de tratamiento de residuos.

La aplicación de la máxima de que “quien contamina paga”, es decir, si hay que cobrar más a aquellas mancomunidades que más basura tiran al vertedero, es otra de las preguntas formuladas. También se quiere saber si la MCP debe entrar en el Consorcio de Residuos de Navarra del que no forma parte, el conocimiento sobre el Plan Integrado de Gestión de Residuos de Navarra, si todos los residuos se deben gestionar desde una única figura de gestión, y sobre la conveniencia o no de crear una Agencia Navarra de Residuos.

En el mismo sondeo (no es único para la MCP de Pamplona) se pide que valoren las plantas de tratamiento necesarias para las diferentes fracciones de residuos: biorresiduos, selección de envases, la posibilidad de crear plantas de compostaje “descentralizadas”, de residuos de construcción y demolición, etc.

En este debate, que ya se suscitó en los programas electorales de las fuerzas políticas, hay dos planos de discusión. Por un lado, cómo controlar lo que cada ciudadano realmente deposita en los contenedores. Por otro, las diferentes medidas de motivación a desarrollar. Aplicar descuentos en las tasas a quienes reciclan tambien significa que, de alguna forma, se penaliza a aquellos que no lo hacen. También cabe contemplar solo sanciones sobre unos mínimos.

Otra opción es plantear otro tipo de compensaciones cuando exista una recaudación por encima de la prevista debido a una mayor concienciación. Es decir, si este mayor esfuerzo ciudadano no se traduce en la devolución de dinero al ciudadano sino en programas medioambientales para escolares, en materia de sensibilización o en el desarrollo de las nuevas inversiones (plantas de tratamiento y reciclaje).

Por otro lado, el foco de concienciación ciudadana está en la separación de la materia orgánica, al existir más compromiso en otras fracciones.

Respecto a referentes en los que fijarse, existen diferentes ejemplos en países europeos de la obligatoriedad en la separación y reciclaje de residuos, así como sanciones a las comunidades de vecinos que no cumplen con los objetivos marcados.

Fuente:
Noticias de Navarra

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