El estado norteamericano de referencia en la lucha contra el cambio climático proseguirá su ambicioso programa de reducción de carbono más allá de 2020, y confía en que esta iniciativa puede complementar el crecimiento económico.

California quiere reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero un 80%
El estado de California pretende reducir sus emisiones un 80% con respectoa 1990 para el año 2050. En la imagen, la ciudad de Los Angeles. Foto: Dougtone en Flickr (cc)

A principios de semana, el Consejo de Recursos Atmosféricos (ARB, por sus siglas en inglés) del estado de California (EE UU), dependiente de la Agencia de Protección Ambiental estatal, lanzó una actualización de su plan para lograr el objetivo de reducir las emisiones hasta un 80% por debajo de los niveles de 1990 para el año 2050.

El informe dice que el estado está en el camino para cumplir su meta de recortar su generación de gases de efecto invernadero a los niveles de 1990 para el año 2020, incluso mientras la economía se recupera de una profunda recesión.

Todos los sectores, desde la agricultura hasta la gestión de residuos, deberán jugar un papel más importante para que el estado pueda cumplir con las metas más allá de 2020, según el informe.

El ARB detuvo la fijación de un objetivo de reducción de emisiones en 2030 en el nuevo plan, un objetivo que podría tener implicaciones para el precio del carbono en el mercado de emisiones del estado.

El informe también destacó que los objetivos de California deben ser coherentes con los compromisos en otras regiones, señalando que la Unión Europea ha adoptado un objetivo de reducción de emisiones del 40% por debajo de los niveles de 1990 para el año 2030.

En California se han puesto en marcha una serie de políticas con el objetivo de combatir el cambio climático, incluyendo un programa de limitación y comercio, que establece un tope a la cantidad de emisiones de las empresas afectadas y permite el comercio de créditos de emisiones en un mercado abierto.

El estado continuará más allá de 2020 con su norma sobre combustible de bajas emisiones de carbono, que requiere una reducción en la intensidad de carbono de los combustibles del transporte. Los combustibles son medidos a lo largo de su ciclo de vida en un análisis que incluye la producción y transporte, así como su uso final.

Fuente:
Climate Action Programme

Deje una respuesta

Queremos saber si no eres un bot *