El informe analiza los impactos ambientales asociados a todo el ciclo de vida de diferentes tipos de bolsas y recomienda reutilizar las más ligeras como bolsas de basura.

Bolsas de plástico

El pasado 14 de marzo, la Agencia danesa de protección ambiental (Miljøstyrelsen) publicó un estudio que analiza los impactos ambientales del ciclo de vida de la producción, uso y eliminación de las bolsas de la compra actualmente disponibles en los comercios y supermercados daneses. El objetivo del estudio era identificar la bolsa con el mejor desempeño ambiental, la cantidad de usos recomendada y la mejor opción de eliminación de una bolsa de supermercado.

En el estudio se analizaron varios materiales (polietileno de baja densidad o LDPE, PP, rPET, poliester, biopolímero, papel, algodón y compuesto) y sus variaciones conforme a las normas internacionales ISO 14040 y 14044, para una gama de impactos ambientales, teniendo en cuenta diferentes opciones de fin de vida: incineración, reciclaje y reutilización como bolsa de la basura antes de la incineración. Para todas las alternativas de bolsas, la evaluación tuvo en cuenta los impactos derivados de la producción de la bolsa y su transporte a Dinamarca (asumiendo que se hacían en Europa), su uso y su eliminación final, que podría ocurrir en Dinamarca o en Europa.

Cuando las bolsas ligeras no puedan reutilizarse, el informe aboga por la incineración como solución preferente

La principal conclusión del análisis es que, con respecto a la producción y eliminación, “las bolsas ligeras de LDPE generan el impacto medioambiental global más bajo para la mayoría de los indicadores ambientales, siempre y cuando no se considerara la reutilización”. En particular, entre los tipos de bolsas disponibles, “las bolsas LDPE con asas rígidas serían las preferibles”, según este estudio.

El informe considera además que “los efectos del littering o abandono de este tipo de bolsas en Dinamarca son insignificantes”.

Otros tipos de bolsas que pueden proporcionar un rendimiento similar son las de papel sin blanquear y las bolsas de biopolímeros, pero para un número menor de indicadores ambientales.

Bolsas más gruesas como las de PP, PET, poliéster, papel blanqueado y las textiles, deben reutilizarse numerosas veces para poder minimizar el coste ambiental de su producción.

Usarla como bolsa de basura, mejor que reciclarla

Otro hallazgo relevante tuvo que ver con la mejor opción de eliminación. El estudio afirma que «la reutilización de la bolsa de la compra como bolsa de basura es mejor que simplemente tirar la bolsa al cubo de la basura”, pero también “es mejor que reciclarla”. El reciclaje puede ofrecer beneficios “en el caso de bolsas de plástico gruesas, tales como PP, PET y poliéster”. Pero para las bolsas ligeras, como las de polietileno de baja densidad, papel y biopolímeros, “es más beneficioso reutilizarlas para depositar en ellas la basura”.

Además, cuando su reutilización como bolsa de basura no es posible, por ejemplo cuando puede rajarse o perforarse fácilmente, o si está mojada, el estudio aboga por “la incineración como solución preferente desde un punto de vista medioambiental”.

En cualquier caso, el estudio recomienda, para todo tipo de bolsas, reutilizarlas tantas veces como sea posible antes de que su eliminación.

No obstante, este informe también calculó cuántas veces necesitaría ser reutilizada cada bolsa para reducir sus impactos ambientales asociados hasta los niveles de la bolsa de LDPE. Así, por ejemplo, una bolsa de poliéster debería reutilizarse 35 veces; una de papel sin blanquear, 43 veces, y a una de algodón convencional habría que darle hasta 7.100 usos.

El estudio está disponible en el siguiente enlace: Life Cycle Assessment of grocery carrier bags

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