Esta iniciativa supondrá una inversión total de 8,14 millones de euros y la regeneración de 315.943 metros cuadrados de terrenos afectados por vertidos.
La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía va a iniciar en breve las obras de sellado y clausura de un total de doce vertederos ubicados en municipios de las provincias de Cádiz, Córdoba, Huelva, Jaén y Sevilla. Esta actuación, que beneficiará a una población cercana a los 191.800 habitantes, supondrá una inversión total de 8,14 millones de euros y la regeneración 315.943 metros cuadrados de terrenos afectados por vertidos escombros.
En concreto los vertederos que se van a sellar son los de Llanos del Campo-Grupo Pinar (Grazalema), Chaparral-La Sombrerera (Puerto Serrano), Sierra Valleja (Arcos de la Frontera), en la provincia de Cádiz; Hoya del Pino (Siles), El Cerrajón (Castillo de Locubín), Torrecilla (Torredonjimeno) y Carretera de Los Villares (Andujar), en Jaén; El Chaparral (Écija) y los localizados en las carreteras A92 km 57,5 (Morón de la Frontera) y en la de Arahal-Morón (Arahal), en Sevilla; Fuente Leona (Cumbres Mayores), en Huelva; y el vertedero de Los Pedroches (Villanueva del Duque), en la provincia de Córdoba.
Los trabajos que se van a llevar a cabo para eliminar estos vertidos se centrarán en la limpieza y retirada de residuos voluminosos, especialmente escombros, estabilización física del vertedero, así como en el control de lixiviados y aguas superficiales.
La eliminación de inertes incluye también el saneamiento y restauración ambiental de toda la cubierta vegetal de la superficie afectada. Esta actuación estará cofinanciada con Fondos de Cohesión europeos.
Asimismo, la Consejería está a punto de concluir los trabajos para el sellado de los vertederos de Puente Genil, en la provincia de Córdoba, y los ubicados en los municipios sevillanos de Lebrija (El Cornejil) y Utrera (El Barrero). La actuación, que cuenta con presupuesto de más de 7,2 millones de euros, supondrá la regeneración de una superficie de más de 262.164 metros cuadrados.
Con la clausura y sellado de estos vertederos se pretende solucionar los consiguientes problemas ambientales de contaminación (aguas subterráneas y superficiales, suelos…), deterioro paisajístico, inestabilidad de taludes, saturación y posibles riesgos sanitarios.
Además de proteger el medio ambiente y la seguridad de las personas, con esta iniciativa se persigue también la restauración paisajística de todo el entorno de los mismos.