El estudio de la Comisión Minderoo-Monaco sobre Plásticos y Salud Humana advierte de que los actuales modelos de producción, consumo y eliminación de plásticos no son sostenibles y generan daños significativos en la salud de las personas, especialmente de las comunidades más vulnerables y los niños.

Alertan de los riesgos de los plásticos para la salud humana

Un nutrido grupo de científicos de la Comisión Minderoo-Monaco sobre Plásticos y Salud Humana han publicado un informe que ha revelado un análisis nunca antes visto que muestra que el plástico es un peligro en todas las fases de su ciclo de vida. Sus principales conclusiones revelan que el plástico causa enfermedades, deterioro y mortalidad prematura en todas las etapas de su ciclo de vida, y que las repercusiones sanitarias afectan de manera desproporcionada a las comunidades vulnerables, de bajos ingresos y pertenecientes a minorías, sobre todo a los niños.

La comisión también informa de que los residuos plásticos son omnipresentes, y que el océano -del que dependemos para obtener oxígeno, alimentos y medios de vida- sufre más de la cuenta, con partículas micro y nanoplásticas que contaminan el agua y el fondo marino y entran en la cadena alimentaria marina.

El estudio concluye que los actuales modelos de producción, uso y eliminación de plásticos no son sostenibles y son responsables de daños significativos para la salud humana, el medio ambiente y la economía, así como de profundas injusticias sociales.

También recomienda el establecimiento de normas de protección de la salud para los productos químicos plásticos en el marco del Tratado Mundial sobre los Plásticos, exigiendo pruebas de toxicidad de todos los polímeros y productos químicos plásticos antes de su entrada en los mercados, así como una vigilancia posterior a la comercialización.

El informe se presentó durante un acto celebrado en el marco de la Semana del Océano de Mónaco, en el que el profesor Richard Thompson, jefe de la Unidad Internacional de Investigación sobre Basuras Marinas de la Universidad de Plymouth (Reino Unido), presentó algunas de sus conclusiones.

«Hace casi 20 años que demostramos la aceleración a gran escala y a largo plazo de fragmentos microscópicos de plásticos, a los que dimos el nombre de ‘microplásticos’ -explicó Thompson-. Se han publicado literalmente miles de trabajos de investigación sobre el tema y, aunque a veces el progreso puede parecer lento, es importante darse cuenta de lo mucho que ha cambiado. Hace veinte años se negaba que los plásticos fueran un problema medioambiental. Ahora tenemos ese consenso ejemplificado en el Tratado Mundial sobre los Plásticos de la ONU. Es un mandato para el cambio global. Lo fundamental ahora es que dispongamos de pruebas científicas independientes de la misma calidad para orientar el camino hacia las soluciones que las que hemos tenido para definir el problema. El papel de la ciencia es fundamental para abordar los retos medioambientales o repetiremos los errores del pasado».

Limitar la producción de plásticos

La Comisión Minderoo-Monaco sobre Plásticos y Salud Humana insta a que la limitación de la producción mundial de plásticos sea una de las características definitorias del Tratado Mundial sobre los Plásticos, y a que el Tratado no se limite a los residuos marinos, sino que aborde las repercusiones de los plásticos en todo su ciclo de vida, incluidos los miles de productos químicos incorporados a los plásticos y las consecuencias para la salud humana.

Además de informar a los responsables políticos, el trabajo pretende formar a médicos, enfermeras, trabajadores de la salud pública y al público mundial sobre la magnitud de los peligros de los plásticos.

Entre las numerosas recomendaciones de la Comisión se incluye la financiación para promover el desarrollo de tecnologías de detección de las partículas micro y nanoplásticas más pequeñas en el medio ambiente y los tejidos humanos, con el fin de evaluar adecuadamente la presencia y cantidad de estas partículas.

Además, se reclama una biomonitorización sistemática obligatoria y una vigilancia posterior a la comercialización de la exposición a los productos químicos plásticos y sus efectos sobre la salud en las poblaciones humanas, como ya es habitual en las industrias farmacéutica y alimentaria.

En palabras de la profesora Sarah Dunlop, coautora y responsable de Plásticos y Salud Humana de la Fundación Minderoo, «estas conclusiones nos sitúan en una senda inequívoca para exigir la prohibición o la restricción rigurosa de artículos de plástico innecesarios, evitables y problemáticos, muchos de los cuales contienen sustancias químicas peligrosas con vínculos con daños horribles para las personas y el planeta».

«En 2015, el 4% de los combustibles fósiles se utilizaron para fabricar plástico y, para 2050, se prevé que esta cifra aumente hasta el 20%. Peor aún, a medida que la producción de combustibles fósiles siga aumentando, también lo harán aún más los profundos impactos que ya vemos», concluyó Dunlop.

One Response to “Un informe alerta de la amenaza de los plásticos para la salud humana”

  1. Julio Gómez, Responder

    Muy importante el tema porque debe empezarse por lo más grande Es bueno que se empiece a hablar de plástico y no solo de microplásticos. Eliminando los macroplásticos se reduce una parte importantísima de los microplásticos. Además, el plástico en si mismo es inocuo y no afecta a la cadena alimenticia. Quien si lo puede afectar son los componentes del plástico: agentes de curado, endurecedores, etc. https://planckito.blogspot.com/2022/01/microplasticos-vs-macroplasticos.html

Deje una respuesta

Queremos saber si no eres un bot *